Apadrinar un niño para lograr un bien mayor

En la actualidad la riqueza está repartida entre los más poderosos y apadrinar un niño con Plan International, un niño que verdaderamente necesita cubrir necesidades básicas, puede ser un gran acto de gran generosidad. Aunque la cantidad de dinero que se solicita no es ni mucho menos muy alta, lo cierto es que más de 55 niños pueden ser beneficiados gracias a ella, pues dicha cantidad de dinero que se dona se convierte en un aporte vital para mejorar las condiciones de su comunidad, logrando beneficiar, así, la calidad de vida para todos.

Se garantiza la educación del niño apadrinado y se mejoran sustancialmente sus posibilidades de cara al futuro. De primera mano tenemos la certeza de que la mayoría de los niños que viven en condiciones de pobreza extrema abandonan la escuela, por su necesidad de ayudar a sus padres o cuidadores con los gastos económicos. Asimismo, se garantiza una alimentación diaria y balanceada. La mayoría de los niños que viven en países de Asia, África y algunos países de América, con suerte pueden contar con una comida al día, y en la mayor parte de los casos, ésta se trata de una comida incompleta.

Además los niños apadrinados forman parte de revisiones médicas para favorecer su salud y bienestar, una oportunidad poco posible para niños en condiciones de extrema pobreza. Además pueden relacionarse con otras culturas y vivencias gracias a las cartas que pueden compartir con sus padrinos, animándolos a superarse y ansiar una mejor calidad de vida.

Muchas de las personas que han decidido aportar su granito de arena para conseguir un mundo mejor, definen la experiencia de apadrinamiento como una vivencia que toca directamente el corazón. Este acto voluntario persigue mejorar la vida de al menos un niño en el mundo, y finalmente, lograr el bienestar de cientos de ellos sin ni siquiera pensarlo.