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Ballet Nacional de Cuba

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Ballet Nacional de Cuba
20-05-2023

Por CLAQUETA

Título: “BALLET NACIONAL DE CUBA”

Dirección: Viengsay Valdes

Programa: “Love Fear Loss”; “Tres preludios de, Serguei Rachmaninov”; “Concierto Dech” y “Séptima Sinfonía de, Beethoven”

Sala Argenta

Crítica: Con una historia de 75 años, el Ballet Nacional de Cuba, fundado por una de las bailarinas y coreógrafas, más grandes de la danza, Alicia Alonso. A la que tuve el gusto de entrevistar, cuando el elenco, reconocido en el mundo entero, como uno de los mejores internacionalmente hablando, debutó en España, vía Festival Internacional de Santander, en la Plaza Porticada, hace unos  35 años. Recuerdo que cada pregunta que hacías, iniciaban las respuestas, con la coletilla, “Tras el Triunfo de la Revolución”.

Ahora el Ballet Nacional de Cuba, se ha convertido y de ello ha dejado clara muestra en la sala Argenta, de que son los innovadores de  la raíz clásica y romántica, para adaptarla a movimientos muy actuales. Creando posiblemente un nuevo género. Dentro del Ballet, ni clásico ni moderno, el Ballet Nacional de Cuba,  puede subrogarse la autoría de  algo muy especial,  al tiempo que un tanto rompedor.

Un elenco, donde las primeras figuras son sus componentes introducidos en el conjunto, cuya sintonía hace crecer el espectáculo, renovado, al tiempo que de búsqueda de nuevas sensaciones, partiendo de una disciplina clásica.

La que fuera primera figura de la danza, salida de la isla, Viengasy Valdes, (Presente en el Palacio), imprime su talento, consiguiendo mucho arte. Un arte que nos retrotrae a la fundadora, Alicia Alonso, que ha imprimido carácter, cuando vivimos una gira de la celebración del 75 aniversario.

Un programa variado en fondo y gorma. Cuatro coreografías, tres europeas y una  norte americana, se daban cita, traducidas al espíritu caribeño.

Producida por el Royal Ballet de Flandes, con la autoría de, Ricardo Amarantes, resucitamos  el espíritu de Édith Piaf.  A través de tres parejas, inmensas de recursos técnicos, pusieron en escena, todo el sufrimiento físico e intelectual, de la cantante parisina. Todo ello aderezado con temas  típicamente franceses.

La más antigua de las cuatro, de 1969, original, Ben Stevenson son tres preludios atraído del repertorio de compositor ruso Rachmaninov. Sonando con fuerza, como lo hiciera antes con el tema de la Piaf. Haciendo del piano y la fuerza con la que fue interpretado, en directo, protagonista con los bailarines. Una pieza esta  que fue presentada, con un cierto tono deportivo. Mostrado a los protagonistas, en algunos gestos, como auténticos atletas. Poniendo de manifiesto, la comunión  de este elenco con la técnica y la pasión creativa. El final de la primera parte, disfrutamos con, “Concierto Dech”, del coreógrafo, Alexe Ratmansky. Donde a modo de juguetes con vida, hicieron diabluras al ritmo de la música. Dibujando movimientos muy creativos. Para dedicar una segunda parte a  la adaptación para la danza de “La Séptima” de Beethoven. Compuesta por, Uve Scholz. Una maravilla. Cerca de treinta, bailarines y bailarinas. Con su arte  parecía tal y como si estuvieran dirigiendo la orquesta, en una gran grabación, formando figuras, que se iban transformando según los acentos y tempos de la genial sinfonía.

Una gran tarde de ballet, vivo ejemplo, que la disciplina clásica puede vivir geniales transformaciones. A ello también colaboró, una escenografía eclética, enriquecida con la iluminación.