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EQUO Cantabria pide la paralización de los espigones de la Magdalena

Ofrece que se abra un debate sobre el futuro de la bahía y las playas dentro del marco del cambio climático con soluciones más sostenibles. Con estos espigones se está yendo a la solución más cara y de mayor impacto visual

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13-03-2018

Lo que está pasando en Santander nos tiene perplejos. ¿Por qué nos queremos tan poco? Santander es una ciudad que tiene algo realmente único y es su entorno, su paisaje, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo porque éste desaparezca en aras no sabemos de qué modernidad.


Tratar de frenar la pérdida de arena de la playa de la Magdalena poniendo dos espigones que van a suponer el fin de la imagen que todas tenemos de la bahía de Santander es algo muy serio como para que se haga basándose en un supuesto consenso vecinal hecho hace mas de 10 años, carpetas en mano, a salto de mata y con unas preguntas de fácil respuesta.
Como ya se está viendo, se trata de 2 espigones, uno de unos 130 metros más un tramo en ele de 65 metros y un segundo, mirando hacia el Museo Marítimo, más largo y también en forma de ele. Es decir, se va a “encerrar” la playa entre bloques de escollera, con marea baja va a ser un gusto ir a la playa entre dos paredones.

Es una intervención mayor, para nada va a ser integrada en el entorno, si no que lo va a romper de forma brutal. Vamos a pagar muy caro que la gente acuda “en masa” a la playa de la Magdalena durante los dos de meses de verano. A día de hoy hay playa, desplazada a un lado u a otro, tenemos el Camello, La Concha, La Primera, La Segunda, Molinucos, Mataleñas, enfrente el Puntal, previo precioso paseo en barca o a escasos kilómetros El Bocal, La Maruca... Vaya, de momento por arena no va a ser


La problemática de la pérdida de arena en las playas merece un estudio actualizado y enmarcado en la realidad climática actual, que no es la de hace diez años, ni en sus consecuencias ni en la percepción que del mismo tiene la gente.  Cada año vemos cómo aumentan, en frecuencia e intensidad,  los temporales que arrasan playas y primeras líneas de playa. Habrá que reflexionar sobre esto. ¿De verdad la solución al cambio climático y la pérdida de playas, va a ser llenarlas de espigones?.


Poner estos primeros espigones en la playa de la Magdalena, sin oposición vecinal, puede significar que se abra la veda a otros espigones en la Segunda playa del Sardinero, que también está sufriendo perdida de arena o allí donde el mar no sea capaz de comportarse como queremos.


Por otro lado, con estos espigones se está yendo a la solución más cara y de mayor impacto visual. Con los más de 2 millones de euros que van a costar los dos espigones mas los aportes de arena que habrá que hacer en el futuro, porque seguirá sufriendo perdidas de arena, aunque en menor medida,  se tendría para seguir como hasta ahora otros 30 años.
Desde EQUO reclamamos que para cualquier actuación que se pretenda hacer en la bahía, sea imprescindible un estudio integral de la misma y valorarlo en su conjunto, ya que todo está relacionado, la playa de la Magdalena, el Puntal, la canal, las dunas, el marisqueo, la erosión y  el paisaje que es de todas y todos, que en el caso de la bahía de Santander es nuestra seña de identidad.