Homenaje de los vecinos de Bárcena al doctor Ocón tras 30 años de médico
La alcaldesa, Carmen Mier, dirigió unas palabras señalando que el homenaje a “nuestro médico de familia durante treinta años” tiene mucho de “afecto y agradecimiento por su entrega encomiable y su cercanía a todos".

Centenar y medio de personas asistieron al homenaje que los pueblos de Bárcena, Pujayo y Pie de Concha ofrecieron al doctor Fernando Ocón Martínez, que hasta hace unos días ha sido médico titular del municipio durante algo más de treinta años, recientemente jubilado. En la presidencia, además del matrimonio Ocón-Quintial y la alcaldesa, figuró también José Luis Bustillo Garcia como uno de los organizadores del homenaje.
El almuerzo se celebró en la Casa de la Marquesa en Las Fraguas, con presencia de la alcaldesa del municipio, Carmen Mier Fernández, presidentes de juntas vecinales, juez de paz, Agustín González Silió, y vecinos, entre los que destacaba la presencia de Pablo Alfonso Fernández Rueda, que fuera diputado en la Asamblea Regional provisional de Cantabria en 1982-83, famoso torero conocido por El Norteño, Julián Terán, Currín, escritor de dos libros sobre Bárcena y el Valle de Iguña, además de primer teniente alcalde cuando el doctor Ocón Martínez llegó a su destino de Bárcena, así como el médico de Arenas de Iguña, José María Díaz Pera (también jubilado a partir de este mes) y el técnico sanitario de Bárcena, José Miguel Castañeda, Queco.
El acto de homenaje ofrecido al que fuera médico titular de familia durante tres décadas, fue sencillo y entrañable, celebrándose minutos antes del almuerzo. La alcaldesa, Carmen Mier, dirigió unas palabras a los asistentes señalando que el homenaje a “nuestro médico de familia durante treinta años” tiene mucho de “afecto y agradecimiento por su entrega encomiable y su cercanía a todos los vecinos con un trato afectivo, solidario y de gran profesional”. Interrumpida por los aplausos de los asistentes, la alcaldesa procedió a entregar una placa del Ayuntamiento al doctor Fernando Ocón Martínez en la que se hace mención a sus treinta años de dedicación a la medicina en Bárcena de Pie de Concha.
A continuación tomó la palabra el médico titular homenajeado, quien en primer lugar tuvo palabras de recuerdo para el que fuera alcalde Pepín de las Cuevas, recientemente fallecido. Evocó que cuando llegó al Ayuntamiento para presentarse -con apenas 29 años cumplidos- Pepín le comentó cuanto tiempo pensaba quedarse, a lo que el doctor Ocón contestó que “al menos estaré dos o tres años”. Dijo que aunque tenía a su alcance destinos quizás más interesantes, eligió Bárcena por varias razones, pero sobre todo –recordó- por tener tren y entonces mi esposa, Covadonga Quintial Calle, ejercía de médico residente en el Hospital Valdecilla.
Señaló que Pepín de las Cuevas pensando en todo momento en lo positivo que representa para todos los vecinos contar con un médico estable, en todo momento "nos hizo a todos muy agradable la estancia y así fue como me encariñé con el pueblo y sus gentes; aquí además nació mi segundo hijo y en el colegio Madernia comenzaron sus primeros estudos para después seguir el bachillerato en Los Corrales de Buelna y sus estudios superiores en Santander y Madrid".
El doctor Ocón, visiblemente emocionado, destacó tanto su identidad como la de su esposa Covadonga con Bárcena, sino también la de sus hijos presentes en todas las vivencias del pueblo durante muchos años, recordando que esa gran prueba la demostró Roberto cuando licenciado en Medicina por la Universidad de Cantabria, en la orla pidió que figurase Bárcena de Pie de Concha, cuando había nacido en Santander. Finalizó citando numerosos agradecimientos y recordando a muchas personas que representaron una referencia en el municipio, ya desaparecidas, añadiendo que “Bárcena de Pie de Concha será para mi como mi casa por vuestro trato siempre afectuoso y a todos os tengo como mi gran familia”.
Estas palabras fueron ratificadas con un fuerte aplauso de centenar y medio de asistentes. Posteriormente, por los vecinos y el Ayuntamiento fue obsequiado con un bonito reloj de recuerdo.