Leticia Díaz (VOX): "Hay que decir claramente que el Gobierno de Revilla ha amparado la corrupción"

Hablamos con la candidata de VOX a pocas horas de que finalice la campaña electoral

25-05-2023

Leticia Díaz, es la candidata de VOX al Gobierno de Cantabria. Llega a este 28 de mayo con una gran campaña en la que ha recorrido cada rincón de la región y con un discuro que ha calado entre los cántabros. Hablamos con ella sobre su programa, sus medidas y también por el posible futuro de la región

Pregunta- ¿Qué valoración hace de la campaña?

Respuesta- Estamos recorriendo municipio a municipio, pueblo a pueblo, llevando el programa de VOX por toda Cantabria y percibiendo mucha ilusión en cada vez más cántabros que están cansados de las políticas caciquiles del PRC y del PSOE y quieren un cambio de rumbo.

P-¿Ven posible entrar en el Gobierno?

R-Vamos a esperar al 28 de mayo para ver la confianza que nos dan los cántabros en las urnas. En función de eso, si tenemos la fuerza suficiente para ser decisivos, trataremos de ser determinantes para evitar que el PRC y el PSOE vuelvan a gobernar y para cambiar las políticas que han asolado Cantabria. La pregunta que habría que hacerse es qué va a hacer el Partido Popular si los cántabros deciden que podemos librar a nuestra tierra de un Gobierno del PRC y del PSOE. Porque, hasta ahora, la idea del PP no es ésa y hasta coquetean con el PRC de Revilla.

P-La hemos visto ser muy crítica con la Agenda 2030. ¿Qué efectos negativos está trayendo a Cantabria?

R-La Agenda 2030, que no ha votado ni un español, la están aplicando los gobiernos regionales, entre ellos el de Cantabria, con medidas que están lastrando a nuestro campo y a nuestra industria, nuestros dos grandes sectores productivos. Porque en nombre de esa agenda, se ha introducido al lobo en el LESPRE, impidiendo su gestión como se ha hecho siempre, garantizando la convivencia entre los ganaderos y el lobo. En nombre de esa agenda, se imponen a nuestros trabajadores del sector primario cargas cada vez más pesadas que lastran su actividad y les condenan a la ruina y, por tanto, al fin de un sector que nos da de comer a todos. Los voceros de la Agenda 2030, que influyen mucho en los gobiernos, son activistas climáticos, ecologistas de despacho, que viven de las subvenciones y toman decisiones sobre el mundo rural sin haber visto una vaca. En nombre de esta agenda, se asfixia a las industrias con más restricciones e impuestos sobre el clima que acaban repercutiendo en su actividad y, como tristemente estamos viendo, conducen a un goteo de cierres y ERTES cada vez más sangrante.

 P-¿Cuáles son los impuestos que bajarían?

R-Hay que acometer de manera urgente una bajada radical de impuestos que alivie a las clases medias y trabajadoras de Cantabria, a las familias, a las empresas y a los autónomos. Es necesario acabar con el ingente gasto político superfluo, que se derrocha en, por ejemplo, ayudas de 1,3 millones de euros para UGT y CCOO, y bajar todos los impuestos a los cántabros para aliviarlos de la presión fiscal más alta de España, por detrás de Baleares, de una pérdida de poder adquisitivo del 4%, de una deuda galopante y de una tasa de inflación desbocada, de más del 8% a finales de 2022.

P-La industria de Cantabria está en una crisis profunda. ¿Es posible recuperarla?

R-Es posible, si se toman las medidas adecuadas. Es muy importante para VOX trabajar por recuperar nuestra industria, porque hay que recuperar el empleo estable y de calidad para los cántabros, de manera que nuestros hijos puedan encontrar un futuro en su tierra y no estén condenados a vivir peor que sus padres, que es algo que todos los que tenemos la suerte de tener hijos queremos para ellos. Hay que librar a las empresas de las cargas fiscales y burocráticas que padecen ahora, acabar con la legislación climática que les ahoga, como la Estrategia frente al Cambio Climático, e impulsar la reducción de las cotizaciones para fomentar la contratación indefinida.

P-El punto 1 de su programa dice textualmente: luchar contra la corrupción que han instalado los gobiernos de PRC y PSOE. ¿Cómo lo harían?

R-Hay que decir claramente que el Gobierno de Revilla ha amparado la corrupción, bien porque, conociéndola, calló, o bien porque no fue lo suficientemente vigilante para evitar que en el seno de su Gobierno se cometieran estos desmanes como los que hemos conocido ya de la trama de Carreteras y de los que todavía sólo sabemos la punta del iceberg, aunque su estrategia sea descargar toda la culpa en un solo funcionario. Nuestra propuesta es clara: hay que recuperar la Oficina de Seguimiento del Gasto Público que Revilla eliminó, exigir las responsabilidades políticas y judiciales pertinentes y recuperar todo el dinero que se ha robado a los cántabros.

P-¿Creen que Revilla sabe todavía más cosas de las que dice sobre el caso de Obras Públicas?

R-Es que esta misma semana hemos conocido a través de otro medio de comunicación que Revilla fue avisado en 2011 de que se estaban inflando los costes de asfaltado de las carreteras. No sólo eso: una persona que trabajó en una de las empresas de asfaltado avisó por carta al director general de Carreteras de estos desmanes. Y, meses después, escribió al mismísimo presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que recibió esa carta, según se puede leer en la noticia que le refiero, porque existe el sello de la Secretaría del Presidente que lo atestigua. Es algo gravísimo por lo que Revilla no ha dado todavía ni una sola explicación.

 P-¿Se puede solucionar el problema que sufre el sector primario y relanzar el mundo rural?

R-La situación es crítica, porque la tasa de relevo generacional en el sector es de apenas el 5%. Si esto no cambia, en pocos años, quizá no más de un par de décadas, dejemos de producir leche en Cantabria. Es posible que perdamos el emblema de nuestra tierra. Y yo no quiero ese drama para mi tierra. Hay que defender, sin fisuras ni postureos, a nuestros ganaderos, agricultores y pescadores. Hay que aligerar las cargas fiscales y burocráticas, establecer líneas de ayudas reales, que lleguen a todos, y no sólo a los que tengan el carné del PRC, como ocurre ahora. Hay que negociar una PAC más justa, porque no puede ser que tengan menos ayudas quienes no dejen sus tierras en barbecho en una región donde este requisito no tiene sentido. También hay que tener fuerza en Bruselas para negociar unas cuotas de pesca asumibles. Defender de manera real a los ganaderos frente a los ataques del lobo. En esto nos jugamos mucho. Y exigir a los productos extranjeros que entran en nuestras fronteras los mismos requisitos fitosanitarios que tienen que cumplir nuestros productores. Porque, si no, muchas pymes, que son el corazón de nuestro tejido productivo, que fijan población a las zonas rurales, que dan empleo a muchas familias, se acabarán.

P-¿De dónde recortarían gasto?

R-Como decía antes, eliminar ayudas a sindicatos, patronal y partidos políticos, eliminar organismos sin utilidad pública demostrada, como la Dirección General de Memoria Histórica, y estructurar las empresas públicas para que presten de verdad un servicio público eficaz para los cántabros, sacando de ellas a los enchufados.

P-Por otro lado, si llegan al Gobierno de Cantabria, ¿qué harán con el centro de refugiados de Parayas?

R-Vamos a exigir al Gobierno de la Nación la paralización del centro de refugiados de Parayas, exigiremos la expulsión de los inmigrantes ilegales y que los MENAS sean repatriados con sus padres a sus países de origen.

P-¿Considera que el problema de pérdida de población se puede solucionar con la inmigración?

R-Hay que poner en marcha ya políticas de fomento de la natalidad en nuestra tierra, que tiene una de las tasas más bajas de toda España, lo que nos conduce a un suicidio demográfico que tenemos que tratar de revertir. Hay que poner a la familia en el centro de todas las políticas públicas de Cantabria. Hay que gobernar y legislar con perspectiva de familia. Y esto se traduce en políticas específicas que protejan a las familias: deducciones y bonificaciones fiscales en función del número de hijos, ayudas directas para que puedan afrontar gastos ineludibles como los de escolarización o los suministros energéticos, bonificaciones para el acceso a la vivienda. Como madre de tres hijos, le puedo decir que es muy poco el apoyo de las instituciones para sacar adelante una familia y poder conciliar la vida laboral y familiar. Es un auténtico reto que las Administraciones públicas olvidan, como si los padres y las familias no importáramos. Esto tiene que cambiar. Hay que facilitar que los jóvenes puedan tener lo que tuvieron sus padres: un empleo estable, una vivienda asequible, la posibilidad de formar una familia, si así lo desean.