Sañudo a favor de que la calle Llosa Campo, en Renedo de Piélagos, sea de único sentido
Entendemos en AVIP que el urbanismo moderno debe priorizar el tráfico peatonal, ralentizar la velocidad de circulación, reducir los niveles acústicos, etc.
14-11-2018
En el pleno de noviembre de 2015 del Ayuntamiento de Piélagos se decidió, como resultado de una moción de AVIP, suspender la tramitación de los procedimientos de expropiación para la ejecución del proyecto de urbanización y reordenación de aparcamiento en la Calle Llosacampo de Renedo de Piélagos.
Con posterioridad al referido pleno, se llevó a cabo una reunión entre los vecinos afectados y representantes de los diferentes grupos municipales en sede municipal donde se debatieron diferentes opciones para reordenar dicha calle con el menor perjuicio posible para los vecinos.
En la aprobación inicial del PGOU de 2018, se vuelve a recoger una ordenación de dicha calle con el trazado de doble sentido de vía, implicando con ello unas exigencias de ancho de viales que conllevará expropiaciones sobre negocios y propiedades privadas de dicha zona, con escasos beneficios para el interés general y con importantes cantidades destinadas al justiprecio correspondiente.
Entendemos en AVIP que el urbanismo moderno debe priorizar el tráfico peatonal, ralentizar la velocidad de circulación, reducir los niveles acústicos, etc. Por otro lado, la existencia de un doble sentido en dicha calle aumenta de manera importante la inseguridad vial al hacer interactuar vehículos con la N-623 la Calle Llosacampo en ambos sentidos.
También creemos, que, con la nueva Ronda de circunvalación de Renedo, la calle Llosacampo perderá importancia y se convertirá en una calle interior de tercer nivel que comunicará dos vías de segundo nivel conectadas con la ronda de Renedo.
El martes 13 de noviembre decenas de vecinos afectados por esta ordenación recogida en el nuevo PGOU de 2018 tuvieron una reunión en la sede de la JUNTA VECINAL DE RENEDO, con su alcalde pedáneo, Luis Sañudo, donde han dejado clara su gran preocupación, proponiendo una solución, que, a nuestro juicio, nos parece adecuada para encontrar un tratamiento de la cuestión lo menos perjudicial posible para todos los afectados.
La idea sería que la calle Llosacampo quede, en la mayor parte de su trazado, como vial de un único sentido, descendente desde la N-623, hasta la carretera regional CA-234. Dicho sentido único implica limitar el acceso de usuarios a los diversos negocios de la zona, al existir un único sentido de acceso, pero los representantes de dichos negocios entienden que es la mejor solución y la que menos perjuicio generaría para todo el mundo.