Celebrado el Día de los Abuelos
Recuerdo también que más tarde, siendo adolescente, el tiempo parecía encogerse. La mirada alcanzaba más lejos y veía mas de cerca, calculando con incipiente templanza la fecha en que acabaría la escuela.


Aunque todos los días deberíamos agradecerles y decirles a los abuelos lo importantes que son para nosotros, ayer domingo, 26 de julio, se celebró el día de los abuelos oficial; pero, ¿por qué se celebra esta jornada? Como todo, no es casual. La fecha elegida coincide con la festividad de Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen María, es decir, los abuelos maternos de Jesús. Esto es, podemos considerarles los “patrones” de todos los abuelos.
MIS VIVENCIAS
Recuerdo, allá cuando era niño, muy niño, que las personas mayores, hoy mis muertos, se agachaban penosamente con el objeto de besarme, y yo me ponía de puntillas para hacerles más corto el camino y ahorrarles el calvario de doblar el espinazo, incluso más de lo que algunos ya lo tenían por toda una vida de trabajos y penalidades.
Recuerdo también que más tarde, siendo adolescente, el tiempo parecía encogerse. La mirada alcanzaba más lejos y veía mas de cerca, calculando con incipiente templanza la fecha en que acabaría la escuela, y hasta lo que quería ser de mayor. Concebía con exactitud y como algo inevitable sucesos que antes tenía por prácticamente imposibles: la muerte de mis padres, mi propia muerte. Veía envejecer y a la vez envejecía . El tiempo pasaba raudo y veloz, no como cuando era niño, que no tenía consciencia de ello.
Con el paso del tiempo la nieve de los años blanqueó mis sienes. Mis hijos me hicieron abuelo y ahora es mi nieto el que se pone de puntillas para hacerme mas corto y menos penoso el camino entre mi boca y su frente. Sus risas son mis risas y sus lamentos mis lamentos. Veo en él el niño que yo fui. Y yo tan sólo aspiro a que vea en mí el abuelo que él ha ser.