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Fallece Fermín Martínez, que fuera portero del Real Madrid en la temporada 1962-63

Se inició en el CD Cayón, del que pasó al juvenil del Racing, Rayo Cantabria (1957-58) y Racing (1958-61). En 1961 fichó por el Real Oviedo y, un año después, por el Real Madrid (62-63), con el que fue campeón de Liga.

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Fallece Fermín Martínez, que fuera portero del Real Madrid en la temporada 1962-63
21-04-2020

Fermín Martínez Cobo (Sarón, 1939): futbolista, portero del Real Madrid en la temporada 1962-63

 HA FALLECIDO Fermín Martínez Cobo, destacado futbolista y el mejor guardameta que ha dado el Valle de Cayón. El alcalde, Gastón Gómez, y su equipo de gobierno han expresado su dolor y pesar por tan sensible pérdida, iniciativa que ha seguido el representativo cayonés. El deporte del Valle está de luto.

He aquí su fecunda biografía incluida en el libro Personajes ilustres del Valle de Cayón, editado hace un año por el Ayuntamiento de Santa María de Cayón.

Se inició en el CD Cayón, del que pasó al juvenil del Racing, Rayo Cantabria (1957-58) y Racing (1958-61). En 1961 fichó por el Real Oviedo y, un año después, por el Real Madrid (62-63), con el que fue campeón de Liga. En la temporada1964-65 se incorporó al Pontevedra –también en Primera, categoría en la que superó el centenar de partidos– y después a la Gimnástica, con el que ascendió a Segunda División después de alzarse con el éxito frente al Plus Ultra en Madrid. Sus siguientes destinos fueron el Burgos (1966-68), Cacereño (1968-69), Rayo Vallecano (1969-70) y Cayón (1970-71), donde finalizó su trayectoria futbolística. En su vida profesional en un tiempo en el que el fútbol no era para hacerse millonario, destacó como propietario de una empresa de alimentación.

No podemos decir que ha sido el mejor, ni el jugador más importante de la historia del CD Cayón porque apenas hizo carrera en el equipo representativo del valle. Joven, tremendamente joven, debutó con el primer equipo del Cayón y el destino hizo que emigrase para alcanzar cotas más altas y para ser, eso sí, el único futbolista formado en el club local y el único futbolista cayonés poseedor de un título de Liga. Hablamos de Fermín Martínez Cobo.

Recientemente con motivo de una  jornada festiva que preparó el Cayón para clausurar la temporada y que incluía una marcha popular con subida a La Tejera, la expedición se desvió unos metros por la principal carretera que une Sarón con La Encina, con un claro destino: saludar y homenajear a Fermín en su casa familiar. El club quiso de esta manera  tener un gesto de agradecimiento con el ex cancerbero gualdinegro y le obsequió con un pequeño trofeo con motivos del Centenario del equipo por ser el jugador formado en nuestra entidad que más lejos ha llegado.

Fermín, que recibió a toda la expedición en la entrada de su casa, recogió el presente y afirmó en un par de ocasiones que agradecía el detalle “de todo corazón”. Además, el legendario meta cayonés aprovechó la ocasión para repasar brevemente su trayectoria y para dar unos consejos a unos canteranos del Club y a unos niños que, allí presentes, pudieron conocer personalmente la figura de uno de los deportistas más destacados del Valle.

Fermín nació un 7 de junio de 1939. Tenía sólo 14 años cuando al primer equipo del Cayón se le presentó un problema en la portería en forma de lesiones. Era 1953 y el jovencísimo portero se vio obligado a debutar en liga con los mayores, donde destacaban nombres como Lois, Gastón, Porro, Acebo, Moreno, Riancho o Gorio San Emeterio, entre otros. Su papel destacado a pesar de su juventud hizo que, con apenas unos partidos disputados defendiendo la meta gualdinegra, el Racing llamase a su puerta. El primer retro para foguear a Fermín fue el desaparecido pero famoso en su época 'Torneo de Barrios', donde para poder participar el Racing tuvo que falsificar su ficha, pues sólo podían hacerlo jugadores de 15 años en adelante.

El joven cayonés pasó al juvenil del Racing de Santander y más tarde, en la campaña 1957-58, a su filial, el Rayo Cantabria. Con el Rayo, en Tercera División (no existía 2ªB), quedó en tercer lugar de la clasificación de un grupo que, en aquella época, compartían cántabros y vascos. El Rayo quedó a cuatro puntos del Barakaldo, campeón, a dos del Galdácano, segundo, y por encima del Arenas de Getxo o Gimnástica. Un año más tarde, el equipo racinguista le requería para formar parte de la primera plantilla. Era la campaña 1958-59, el Racing estaba en Segunda División y los verdiblancos confiaron la titularidad en la portería al joven Fermín. Los santanderinos serían novenos, sin embargo, al año siguiente sí que iban a conseguir el campeonato de liga de Segunda División y, de ese modo, el Racing volvía a Primera División.

Su dimensión nacional comenzó tras ser preseleccionado para el Torneo Internacional de Juveniles de 1957. En aquella convocatoria para la que el seleccionador nacional Santamarina llamó a 36 futbolistas, figuraron por la territorial Cántabra nombres suficientemente conocidos por los aficionados al fútbol: Enrique Pérez Díaz, Pachin, (Sniace), Fermín Martínez Cobo (Real Santander), Fernando Trio Zabala, Nando Yosu (Nueva  Montaña) y Julio Gento Lopez (El Astillero).

En el verano de 1961, Fermín va a fichar por el Oviedo, donde se alternaría en la portería con el balear Caldentey. Curiosamente, el primer encuentro liguero de Fermín con el Oviedo llegará en la novena jornada y será contra el Real Madrid (victoria por 1-0 para los ovetenses con gran actuación del guardameta), rival que se repetiría también en su último partido con la zamarra azulona, en la jornada 24 (derrota de los asturianos por 4-1, donde a Fermín le batieron Puskas, Gento -2- y Di Stéfano). El Real Madrid iba a ser precisamente el próximo destino del cayonés.

Fermín aterriza en la capital de España de cara a la campaña 62-63. El todopoderoso Real Madrid es el club más grande donde nunca ha militado un futbolista de Cayón y va a suponer para Fermín el punto culminante de su carrera. El Madrid dirigido por Miguel Muñoz viene de hacer una gran temporada (campeón de Liga, campeón de Copa y subcampeón de la Copa de Europa) con un vestuario lleno de futbolistas de talla mundial: los cántabros Marquitos, Pachín y Gento; Zoco, Santamaría, Amancio, Puskas, Di Stéfano... y uno de Cayón entre ellos.

El Madrid no tendrá una temporada tan buena como la anterior, ya que caerá sorprendentemente en la primera eliminatoria de Copa de Europa ante el Anderletch y quedará eliminado en semifinales de Copa. En la Liga, sin embargo, demostró un poderío incontestable al sacar doce puntos al Atlético de Madrid, segundo clasificado (entonces las victorias valían dos puntos y no tres, como ahora). Era la tercera Liga consecutiva de un Madrid que iba a llegar a encadenar cinco entorchados seguidos pero, sobre todo y lo que a nosotros nos ocupa, era la primera Liga para un jugador surgido del Club Deportivo Cayón, además de cayonés de nacimiento. Fermín ya había ganado una liga de Segunda División pero ésta ya era una competición de primerísimo nivel.

Fermín tuvo que marchar del Real Madrid ante la falta de oportunidades en el conjunto blanco de la capital de España. En aquella temporada el fijo en la portería fue el mítico Araquistáin y también a Vicente Train, quien arrebató la titularidad a Araquistáin aquella temporada y que fue portero menos goleado de la Liga. Poco tiempo después llegaría de guardameta Betancurt. Del portero cayonés se ha escrito que pudo haber sido una gran figura si hubiera tenido más decisión en las salidas.

Fermín volvió al norte de España, concretamente al Pontevedra, un club modesto que iba a disputar aquella campaña, la 63-64, su primera temporada en Primera División. El penúltimo puesto devolvió a los gallegos a Segunda División pero Fermín permanecío allí para, en la siguiente temporada, devolver al Pontevedra a Primera, consiguiendo además el Campeonato de Liga de Segunda División (segunda liga de Segunda División para Fermín). Sin embargo, Fermín no había gozado del suficiente protagonismo ese año y en la 65-66 regresó a Cantabria para militar en la Gimnástica de Torrelavega, ganar la Liga de Tercera División y ascender al Club a Segunda División (recordamos que no existía la 2ªB).

Fermín jugaría en la 66-67 en Segunda pero no con la Gimnástica, sino con el Burgos, que lo fichó aquel verano. El Club se mantuvo, aunque jugando la promoción de permanencia. Fermín ficharía por el Cacereño en la 67-68, volvería a jugar en Tercera División Nacional y volvería a repetir título liguero con el cuadro extremeño, aunque no pudieron superar la fase de ascenso a Segunda División. Un año más tarde, en la campaña 68-69, Fermín volvería a jugar en Segunda División, enfundándose la camiseta del Rayo Vallecano, con quien fue noveno en la tabla clasificatoria. Iba a ser el último equipo profesional para Fermín, quien decidió firmar el epílogo de su brillante carrera deportiva regresando una última campaña al conjunto que le vió nacer: el Cayón.

El fútbol de primer nivel no suponía unos ingresos económicos, ni de lejos, tan elevados como los de los tiempos actuales. Por ello, cuando Fermín colgó las botas, el ya ex guardameta tuvo que seguir trabajando, esta vez, al frente de su propia empresa de alimentación dedicada fundamentalmente a la repostería.

Para Fermín, con quien ya pudimos compartir mesa en la comida organizada por el Centenario del Cayón, obviamente sí han pasado los años pero ello no ha impedido que permanezcan perennes en su memoria los recuerdos y las hazañas deportivas logradas a base de una humildad y una modestia que hoy sigue atesorando quien comparte con Luis Fernández el honor de haber sido dos cayoneses que participaron en la liga de primera división del fútbol español.

En esa localidad nacieron dos futbolistas que llegaron a Primera: el meta Fermín Martínez Cobo, que estuvo en el Oviedo, el Real Madrid (ganó una Liga, aunque no participó) y Pontevedra en los años ssenta y Luis Fernández, que militó en el Racing de Santander y el Betis, con el que ganó una Copa del Rey en 2005.

Aunque ha pasado mucho tiempo –más de medio siglo- los cayoneses no olvidan a esta figura legendaria que el municipio ha dado al fútbol español. En la Gala del Deporte de 2007, se tuvo un apartado especial en el recuerdo y reconocimiento de los deportistas veteranos que dejaron una profunda huella entre los más jóvenes. Hubo dos premios póstumos, el primero a José Gutiérrez, 'Pin', un ciclista de los que demostraron su pundonor en unas carreteras que poco tienen que ver con las actuales.

La segunda distinción fue en memoria de Antonio Gutiérrez Cobo, un atleta que revolucionó su época y que conoció los laureles regionales y nacionales en varias ocasiones, recogiendo el premio uno de sus descendientes. A los citados se sumó el reconocimiento a una leyenda del atletismo, Nicolás Gándara, que siempre ha estado unido al mundo del deporte. Su época dorada fueron los años cincuenta del pasado siglo donde dejó una profunda huella. Peo el momento más especial y emocionante se produjo al salir al estrado Fermín Martínez Cobo, un portero que dejó una trayectoria en los clubes cántabros más importantes y pasó por el Real Madrid.