La exconcejal de Santander, Noelia Espinosa, aceptará hoy un año de cárcel
No llegará a celebrarse al haber mostrado la acusada su conformidad con la condena que piden la Fiscalía y Santurban


La Audiencia de Cantabria celebra hoy lunes la vista en la que la exconcejal de Empleo del Ayuntamiento de Santander Noelia Espinosa deberá ratificar que acepta una condena de un año de cárcel por un delito de malversación de caudales públicos.
La sección tercera de la Audiencia de Cantabria ha fijado para este lunes el juicio con jurado contra Espinosa, pero no llegará a celebrarse al haber mostrado la acusada su conformidad con la condena que piden la Fiscalía y Santurban, sociedad municipal que ejerce la acusación particular.
El pasado 20 de junio se hizo público que Noelia Espinosa se había apropiado de 6.270 euros de fondos procedentes de la sociedad Santurban, de la que era consejera delegada, unos hechos por los que renunció a su acta de concejal.
La exconcejal reconoció los hechos, devolvió el dinero y mostró en su escrito de defensa su conformidad con la pena de un año de cárcel y tres de inhabilitación para cargo público solicitada por la Fiscalía, una petición a la que se sumó Santurban, como acusación particular.
La exconcejala de Empleo y Desarrollo Empresarial ratificará en audiencia pública el acuerdo al que ha llegado con la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento, que piden un año de prisión y tres años de inhabilitación especial para el cargo de concejal, según han confirmado fuentes judiciales.
El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, forzó la renuncia de Espinosa el pasado mes de junio, tras tener conocimiento de la apropiación. La exconsejera delegada de Santurban, reconoció los hechos y devolvió inmediatamente la totalidad del dinero sustraído entre octubre de 2015 y mayo de este año.
En septiembre de 2015, a los pocos meses de tomar posesión como concejala, Espinosa, en calidad de consejera delegada de la empresa municipal, firmó un contrato con una asesoría por importe de 6.000 euros anuales, que serían abonados a razón de 500 euros al mes.
Para pagar esas cantidades pidió cheques al portador que cobró personalmente a través de ventanilla, pero en lugar de pagar a la empresa se quedó con el dinero.