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La Guardia Civil inicia las investigaciones sobre la muerte de la hembra de oso pardo en Fuentes Carrionas

Tras el levantamiento del cadáver, el ejemplar se trasladó para su análisis y estudio por quien determine la autoridad judicial a los laboratorios del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos.

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La Guardia Civil inicia las investigaciones sobre la muerte de la hembra de oso pardo en Fuentes Carrionas
30-11-2020

 

La Guardia Civil investiga a un vecino de Velilla del Río Carrión como presunto autor de un delito de caza contra la flora, la fauna y animales domésticos tras causar la muerte de un ejemplar hembra de oso pardo por un disparo durante una cacería autorizada el domingo en Ventanilla, dentro de la Reserva Regional de Fuentes Carrionas, según la información facilitada por el Instituto Armado.

Tras el levantamiento del cadáver, el ejemplar se trasladó para su análisis y estudio por quien determine la autoridad judicial a los laboratorios del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos. Las diligencias han sido remitidas al juzgado de 1ª instancia e instrucción número 1 de Cervera de Pisuerga.


Según ha podido saber Diario Palentino -medio del que recogemos esta información- el presunto autor del disparo se encontraba ayer totalmente abatido por los hechos.  Fuentes su entorno indicaron que el hecho «fue totalmente accidental». «El cazador se encontraba en su puesto y vio cómo un jabalí se adentraba en el brezal. La mala fortuna quiso que en ese mismo lugar se encontrara el oso, que salió rápido y disparó pensando que era el jabalí», comentaron a este periódico fuentes consultadas.


Por lo demás, la Fundación Oso Pardo (FOP) ha iniciado ya acciones legales para pedir el esclarecimiento de la muerte de la hembra de oso pardo en el norte de la provincia en el transcurso de una cacería de jabalíes. De hecho, la FOP ha solicitado a la Fiscalía Superior de Castilla y León que ordenen el inicio urgente de diligencias de investigación para asegurar la obtención de todas las pruebas necesarias que permitan aclarar lo sucedido y comprobar si hay responsabilidad penal en los actos de caza mencionados y ello con todas las garantías procesales requeridas. «No debe olvidarse que los actos de caza de especies en peligro de extinción pueden conllevar penas de hasta dos años de privación de libertad, y tres años, si es un espacio natural protegido; además de graves inhabilitaciones.

Quizás sea el momento de plantearse el agravamiento de las penas de estos delitos, a la vista de la reiteración de estas muertes -otra osa murió ayer en Aragón durante una cacería similar- en circunstancias parecidas», explican.


En el caso de la Montaña Palentina, se trata del tercer oso tiroteado por cazadores locales en los últimos años, debido supuestamente a confusiones con jabalíes. Una situación que para la FOP exige cambios de calado en la práctica de la caza en zonas oseras.


La FOP considera «ineludible» que el compromiso de los cazadores en zonas oseras sea firme y formal, es decir, que cada cazador participante reconozca por escrito que es conocedor de las buenas prácticas a seguir en un área con presencia de osos, y se atenga a las consecuencias de no cumplirlo. 

 

JUZGADOS EN PALENCIA. Cabe recordar que el Juzgado de lo Penal absolvió en julio de 2019  a dos cazadores, M.A.Z. y J.M.G., acusados de un delito contra la fauna por disparar a un oso pardo, al que se buscó y no se halló, durante una cacería en noviembre de 2017 en Casavegas, en el Parque Natural  Montaña Palentina.


Durante el juicio, los acusados reconocieron que participaron como cazadores en una montería autorizada por la Junta de corzo, jabalí y lobo dentro de la Reserva Regional de Caza Fuentes Carrionas, en La Pernía, pero negaron haber disparado a un oso, asegurando que habían disparado a un jabalí y a un lobo, tal y como habían afirmado durante la instrucción.

Ambos aseguraron que durante la cacería habían realizado sendos disparos y que fue instantes después cuando uno de ellos vio a un plantígrado a unos 70 metros de distancia e indicó por la emisora que no disparasen.

 

La Federación de Caza  solicita una investigación «a fondo» 

 

La Real Federación Española de Caza ha solicitado una investigación «a fondo» para esclarecer la muerte de dos osas en Palencia y Huesca, al parecer de forma accidental en base a los primeros informes y testimonios recogidos.


Estos hechos han sido calificados por la federación como «fatídicos» y «desafortunados» pero resaltan que no deben empañar el trabajo que cazadores y conservacionistas llevan haciendo desde las últimas décadas por el futuro del oso.


«Se va a seguir trabajando junto a la Fundación Oso Pardo en la conservación del oso como llevamos haciéndolo en los últimos 30 años. Hemos trabajado, trabajamos y seguiremos trabajando junto a conservacionistas por el futuro del oso pardo, intensificando aún más nuestra colaboración para evitar que hechos como estos vuelvan a repetirse», lamentó el presidente federativo, Ignacio Valle. Asimismo, la federación indica que la actividad cinegética es «perfectamente compatible» y «beneficiosa» con la conservación de la Red Natura 2000 y con la conservación del oso parto pero para ello «es importante conocer las regulaciones que garantizan esa compatibilidad».

LOS HECHOS

Una hembra adulta de oso pardo murió ayer por la mañana tras sufrir un disparo accidental, según indicaron fuentes de la Junta, en una cacería en la Reserva Regional de Fuentes Carrionas, en el entorno de la localidad de Ventanilla, perteneciente al término municipal de Cervera de Pisuerga, según informa hoy El Diario Palentino.


Durante el desarrollo de la cacería en el cuartel de caza de esta población, a las 14.30 horas, aproximadamente, un cazador disparó por accidente a una hembra adulta que murió instantáneamente. El levantamiento del ejemplar fue realizado conjuntamente por agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y la Guardia Civil, para su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde se le practicará la necropsia para confirmar las causas de su muerte.


El desarrollo de la cacería contaba con la vigilancia de dos celadores y un miembro de la Patrulla Oso de la Junta. Además, la Administración autonómica recuerda que en los días previos a la cacería se había rastreado la zona, en la que no se encontraron indicios de la presencia de oso pardo en la zona.


Por ello, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente informó de que iniciará la oportuna investigación, de la cual dará traslado al Ministerio Fiscal.


Por otra parte, recordar que el 1 de septiembre se localizaron los restos esqueletizados de un ejemplar de oso pardo en  San Juan de Redondo.