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La historia de los juegos de cartas: la evolución de las tendencias modernas

Ha sido un largo camino, desde sus lejanos orígenes, hasta las opciones actuales que ofrece el entorno digital.

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La historia de los juegos de cartas: la evolución de las tendencias modernas
31-05-2023

¿Quién no ha pasado un buen rato jugando a las cartas con amigos? Además de los grandes clásicos universales, como el póker, el blackjack, el bridge o el bacará, en España tenemos los nuestro propios, como “El burro”, el mus y tantos otros. Los juegos de cartas han evolucionado mucho y hoy son uno de los principales entretenimientos que podemos encontrar en línea, pero ¿conoces su origen? Hagamos un pequeño repaso de su historia hasta llegar a las tendencias actuales.

Unos orígenes remotos

Su origen se sitúa en la antigua China (al menos, es desde donde hay constancia). Más concretamente, en el siglo IX. Y, según parecen señalar algunas imágenes de la época, se jugaba con cartas de papel. Además, se utilizarían tanto para partidas como para la adivinación. Los siguientes siglos fueron de expansión por el continente, hasta llegar a Oriente Medio, que por es donde llegaron al Mediterráneo, sobre el siglo XIV, gracias a los comerciantes de la ruta de la seda. De hecho, la primera referencia europea a los naipes data del año 1371, en un libro editado en Barcelona.

La llegada a los países europeos hizo que las imágenes de estas cartas se adaptaran a la realidad existente: la medieval. Por ello, pasaron a haber 4 palos: bastos, espadas, copas y oros, que reflejaban la sociedad de la época. La expansión continuó por Europa y la baraja francesa se convirtió en la más común, siendo la más utilizada en algunos países, que adoptaron estos juegos con gran entusiasmo, como el Reino Unido. De hecho, los galos pusieron en marcha otro juego durante el siglo XV. Concretamente uno que les resultará muy familiar a los seguidores del agente secreto más popular del cine: el bacará. Mientras, en España, un par de siglos más tarde y en el País Vasco, se popularizaba otro entretenimiento, esta vez para jugar por parejas: el mus.

Dando el gran salto

En el amanecer del siglo XVIII, en Francia, se empezó a extender un juego cuyo objetivo era sumar 21 puntos. Por eso se le llamó el “Vingt et Un”, pero nosotros lo conocemos más por su nombre actual: el blackjack. El, ahora, popular juego de cartas en línea y que ha sido parte nuclear de diversas películas modernas tardó un siglo en llegar a tierras americanas, introduciéndose a través de los inmigrantes galos que llegaban a New Orleans. Allí ganó gran popularidad y se modificaron algunas de sus reglas, adaptándolas al estilo de los lugareños.

Pero no fue el único juego que “cruzó el charco” desde de Francia. Por la misma vía y en la misma época, los americanos adoptaron un entretenimiento llamado “Poque”, que a su vez, había llegado al país galo procedente de la Persia del siglo XVI, donde se conocía como “As Nas”. El editor y político norteamericano Joseph Crowell se encargaría de redactar unas reglas que son la base del póker actual. Su popularidad en los Estados Unidos y en el Reino Unido se extendió enormemente durante el siglo XIX.

Llegamos a la era contemporánea

El siglo XX se caracterizó por la llegada de otros juegos con gran acogida, como el Bridge. Pero también por la generalización de los casinos. Si bien estos centros lúdicos tienen un origen lejano, la Italia del siglo XVII, durante el XIX se extendieron por Europa. Con la llegada de las primeras tragamonedas, estos locales se generalizaron durante la pasada centuria. Algunas ciudades de Norteamérica, como Las Vegas o Atlantic City se convirtieron en lugares de culto para disfrutar de los juegos de cartas. También aparecieron diversos juegos de ordenador para que los usuarios pudiesen competir contra la computadora.

Y llegamos al presente. A principios de este siglo, internet marcó la diferencia en muchos aspectos. También en el ocio. Así, llegaron los casinos en línea y la posibilidad de jugar en red a las cartas. El póker, el blackjack o el bacará empezaron a tener un gran éxito en el ámbito digital. Los horarios eran mucho más amplios que en los centros físicos. No hacían falta desplazamientos, ni tener un grupo formado con el que jugar. Además, se imponía la privacidad, frente a los ruidosos locales llenos de gente. La tendencia actual apunta al móvil, como herramienta predilecta para acceder a estos portales, gracias a las nuevas redes de datos móviles. Y nos queda ver lo que nos van a traer las nuevas tecnologías, como la Realidad Virtual o la Inteligencia Artificial. Los juegos de cartas tienen siglos de antigüedad, pero no dejan de evolucionar.