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Lines Vejo: la leyenda de la pandereta

¡Ay, jumíu! Esu es un cuentu de un padre y un hiju de los primeros moradores que hubu por aquí (por Liébana) y que guardaban las ovejas, que eran pastores; y el padre le hizu al críu una chifla de madera de saugu con tres aujeros.

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Lines Vejo: la leyenda de la pandereta
04-07-2020
LA LEYENDA DE LA PANDERETA*
¡Ay, jumíu! Esu es un cuentu de un padre y un hiju de los primeros moradores que hubu por aquí (por Liébana) y que guardaban las ovejas, que eran pastores; y el padre le hizu al críu una chifla de madera de saugu con tres aujeros, así como una dulzaina que se llamaba, pero que aquí se le dice chifla. Un día el críu estaba mu contentu tocandu la chifla a la puerta del chozu y vio a un corderín que estaba malucu, el pobre, y el críu preocupau con el corderín porque estaba mu ilusionao con él, y no sé lo que haría que le tapó o le rebujó con una chaqueta o algo que tendría y le metió al chozu pa ver si sanaba el corderín. Y ná, que no sanó y se murió.
 
El padre le decía que le tirara, que pa qué le quería allí y el críu que no, que le daba pena, hasta que claru, pasaron los días y ya olía y el padre que le tirara y al críu que le daba mucha pena. Total que cuandu le cogió ya estaba desechu y se quedaba con el pelleju entre las manos, ya corructu tóo y que se desacía, y a él le daba tanta pena del corderín que la carne pudría y los güesos lo tiró tóo, pero cogió y extendió la piel así en un espinu y allí que se iba secandu con el sol. Y en la choza el críu oía tac, tac, tac, tac,… él oía así, golpes.
 
Pos esu, golpucos, y se decía, ¿pos qué será? ¿pos qué no será? Y ya un día miró y vio que eran los pájaros; claru, si había quedau algo de carne en el pelleju pos los pájaros lo picaban y de ahí el tac, tac, tac, tac que él oía tóos los días, el pico, pico de los pájaros. Y entonces el críu pensó qué cosa más curiosa, pero si esto paece una música, igual que música, y entonces él cogió y lo que no sé es de qué manera o cómo lo haría que extendió la piel así en el suelu del chozu y después de que estaba seca, y seguru que quedaría bien si estaba extendía y seca, vamos, no sé, seguru que quedaba bien, y lo que yo no sé es de qué forma le colocó encima el aru y la cosa, y de ahí nació la pandereta. O mejor dichu el panderu, que en un principiu se llamaba así, pero vamos, que p´al casu es lo mismu. Y así es como nació la pandereta.
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(*) Narrado por María de los Ángeles Vejo Gutiérrez 'Lines Vejo', fallecida esta madrugada en Caloca (Pesaguero) a los 88 años de edad. Descanse en paz.