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Los pueblos más bonitos que ver en Cantabria y Asturias

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Los pueblos más bonitos que ver en Cantabria y Asturias

Asturias

26-06-2023

El verano ha comenzado y son muchos los que ya están preparando sus vacaciones para pasar unos días conociendo lugares diferentes. Y desde la Asociación “Los Pueblos más Bonitos de España” queremos ofreceros una gran opción para pasar estos días de descanso en algunos de los pueblos de nuestra red.

En este caso os proponemos hacer una ruta de 4 o 6 días por el norte de nuestro país. Un recorrido por 11 de nuestros pueblos de Asturias y Cantabria en lo que poder descansar y desconectar. La ruta nos llevará por pueblos marineros como Llastres, Tazones o Cudillero en Asturias, donde la gastronomía es magnífica, incluyendo la sidra asturiana que va a deleitarnos por su autenticidad.
Otra de las zonas que van a dejarnos sin aliento son los pueblos de interior. Algunos de ellos en plenos Picos de Europa como Bulnes (donde solo podremos acceder en funicular o caminando) o Mogrovejo, (el pueblo donde se rodó Heidi), Potes (con un patrimonio espectacular) donde podemos acercarnos al funicular de Fuente Dé y alucinar literalmente con los paisajes.

Una ruta que gustará a todos y que se convertirá en el plan perfecto para las vacaciones.

Liérganes (Cantabria)

Comenzamos esta ruta del norte en el hermoso pueblo de Lierganes, capital del municipio con el mismo nombre, y interés histórico-artístico nacional en 1978 gracias a su centro urbano plagado de una arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII.

El pueblo de Liérganes ofrece muchas actividades para pasar el día, sin embargo, lo más característico de este lugar es su escultura del hombre pez y la leyenda que le acompaña. Segunda la mitología cántabra el hombre pez, Francisco de la Vega Casar, tras nadar con unos amigos en el rio desapareció y no se supo más de él hasta que le pescaron en Cádiz convertido en una especie de sireno. El pobre muchacho pudo volver a casa cuando un cura reconoció la única palabra que decía “Liérganes”. Aunque Francisco volvió a vivir con su madre poco tiempo después se volvió a ir, esta vez para quedarse en el mundo marino, pero en su querido Liérganes.

Además de esto el pueblo de Liérganes tiene una gran oferta cultural, y es que la parte vieja de Liérganes (El Mercadillo) es conjunto histórico-artístico e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. Pero sin duda el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes.

 

Santillana del Mar (Cantabria)

 

Continuamos nuestra ruta en el pueblo tres mentiras, ni santa, ni llana, ni tiene mar. Santillana del Mar, es uno de los centros de interés histórico y artístico de Cantabria, y una de las localidades más visitadas. Una visita obligada en esta precisa villa es La Cueva de Altamira, uno de los primeros asentamientos de la humanidad. Aunque en actualidad las visitas a este lugar están muy restringidas desde el 2001 los turistas pueden acudirá a la Neo Cueva, una replica exacta que permite entender la historia que encierra esta cueva.

Otro lugar que merece ser visitado es “La Colegiata de Santa Juliana”, la joya del románico en Cantabria. Este templo, que desde 1889 es monumento nacional de España, forma parte del Camino Lebaniego y es una de las iglesias más bonitas de la región.

Además de visitar su extenso patrimonio cultural, Santilla también ofrece una activa vida cultura y festiva, con una amplia gama de establecimientos de calidad, obradores o restaurantes en lo que poder degustar la gastronomía de la región, y ebanistas, artesanos o ceramistas que atesoran oficios tradicionales con un toque de modernidad. Sin duda un gran lugar para empezar esta ruta.

 

Bárcena Mayor (Cantabria)

 

Nuestra siguiente parada es Bárcena Mayor, un bonito enclave cantábrico que resulta idóneo para realizar rutas de montaña aptas para todos los niveles, incluso para ir con niños. Una de las más famosas es la que va desde la localidad hasta el Pozo de la Arbencia: un trayecto cómodo, verde, con puentes, afluentes y riachuelos a nuestro paso, que hará al viajero poder pasar unos días sumergido en la naturaleza.

Otra opción es perderse por sus calles empedradas en las que se respira la tranquilidad de un pueblo tradicional cántabro. Y sin duda si algo destaca de este lugar es su gastronomía, compuesta por una gran variedad de platos hechos con ingredientes de primera calidad recolectados en los alrededores.

Un lugar ideal para descansar antes de continuar con nuestra ruta.

 

Carmona (Cantabria)

 

En Carmona se disfruta de lo más auténtico del mundo rural, de sus calles, sus rincones, sus casonas que son el sello de identidad del ambiente cántabro de interior, donde la ganadería y la artesanía aún se mantienen vigentes y son de gran importancia.

 

Carmona se encuentra en un espectacular entorno natural entre los valles del Saja y del Nansa y pertenece al municipio de Cabuérniga. El pueblo conserva su viejo trazado urbanístico, callejuelas intrincadas y estrechas con casas de piedra típicamente cántabras, normalmente de dos plantas con arcadas en el primer piso, construidas entre los siglos XVII y XVIII donde destaca el Palacio de los Díaz Cossío y Mier, de principios del XVIII, la iglesia parroquial de San Roque, o la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe y la de Lindes.

 

Fiel reflejo de la vida de la Cantabria montañesa, sus poquísimos vecinos nos recuerdan sus señas de identidad, el ganado de raza Tudanca, que cuenta incluso con una estatua a la entrada del pueblo, y las albarcas, tradicional calzado que nos recuerda con su sonido la esencia del lugar en el que estamos.

 

Potes (Cantabria)

La capital del valle de Liébana es el destino perfecto para esas personas que quieran disfrutar de la naturaleza y escapar de todo. Situado en el corazón de los Picos de Europa la Villa de Potes ofrece a sus visitantes un ritmo calmado y pausado ideal para descansar un fin de semana. Paseando por sus calles todo el mundo podrán encontrar infinidad de muestras de su historia y de su cultura, pero Potes no es sólo historia, su privilegiada situación en la confluencia de los 4 valles de la Comarca, hace de la villa el punto neurálgico desde el que planificar una exhaustiva visita a toda Liébana.

Además, este año la villa de Potes está plagada de actividades por la celebración del Año Lebaniego. Un momento ideal para visitar esta hermosa villa.

 

Mogrovejo (Cantabria)

Este pequeño pueblo cántabro alberga unos de los mejores ejemplos conservados de casonas de sillería y mampostería, con balconadas de forja, de los siglos XVI-XVIII, entre las que destaca la de Vicente de Celis, con el escudo de los Estrada. Las casas populares son de tipo lebaniego, con la planta alta frecuentemente abierta al exterior y paredes de entrelazo de varas, forradas con manteado de barro que delimitan un espacio generalmente dedicado a pajar; algunas de ellas con acceso al segundo piso con patín, de influencia asturiana. 

 

La aldea tiene el sabor de un pueblo tradicional y sus casas parecen extraídas de un museo o de una pintura con el fondo de las paredes y cumbres de Picos de Europa que parecen sobresalir de los tejados de sus casas. Situado en un emplazamiento idílico y rodeado de extraordinarios bosques de robles, acebos y castaños, es además punto de partida de varias rutas muy asequibles y de gran belleza.

 

Bulnes (Asturias)

Nuestra ruta abandona Cantabria y cruzamos al principado en el pueblo de Bulnes, un pequeño pueblo que cuenta con poco más de 30 habitantes, y la que solo se puede llegar por funicular o andando por un camino estrecho y empinado. Gracias a esto el pueblo ha podido mantener su patrimonio y una gran belleza, las construcciones tradicionales de Bulnes se son de piedra caliza, que contrasta con los tejados rojos de arcilla, y con sus ventanas y puertas de madera de la zona. Además en el pueblo encontramos bienes inventariados en el Patrimonio Cultural de Asturias, como la Torre del Castillo o la Iglesia de San Martín de Bulnes.

Y para los amantes del montañismo, Bulnes tiene otro acceso, a través de duros y empinados caminos que desembocan en el Picu Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes, la más mítica y renombrada cima de los Picos de Europa, lugar de culto de los alpinistas españoles por la dificultad de sus paredes verticales, sobre todo las de la cara oeste. Esta fortaleza calcárea, debe su nombre al color anaranjado que adquieren sus paredes al recibir los rayos del sol.

 

 

Lastres (Asturias)

La villa marinera de Lastres, en la costa oriental asturiana, ofrece al visitante un atractivo binomio entre bellos paisajes azulados y la tranquilidad del Cantábrico, idónea para desconectar durante estos días lejos de la ola de calor.

 

Su atractivo la ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de Asturias y cuenta con todas las facilidades para una escapada en familia. Algunas de las actividades que pueden hacerse en este pueblo pesquero son presenciar la subasta de productos marinos en la lonja o viajar miles de años al pasado a través de su Museo del Jurásico.

 

Pueblo Ejemplar de Asturias en 2010 y con documentos que hablan de su historia desde el año 943 aproximadamente, caminar por sus calles empedradas, degustar pescados y mariscos en sus restaurantes, bajar al puerto cada mañana son actividades fascinantes que nunca cansan. Lastres es sin duda, un lugar ideal para perderse durante esta semana que ha convertido España en un gran horno.

 

 

Tazones (Asturias)

Tazones un pequeño pueblo marinero en el corazón de la Comarca de la Sidra donde el mar y el verde de las montañas bañan todo el paisaje. Es el único puerto asturiano con carácter imperial y es que este coqueto y pequeño puerto ubicado en las inmediaciones de la ría de Villaviciosa fue lo primero que conoció el emperador Carlos V en su primer viaje a la Península.

 

Tazones sigue siendo hoy aquel recóndito y amable pueblo que cautivó el corazón de un joven emperador. Sus barrios de antiguos casitas de pescadores, coloristas y con aromas de mar, sus rincones tan singulares como el de la casa de las conchas, sus animados restaurantes y terrazas que ofrecen exquisitos manjares del Cantábrico, su animado ambiente, hacen de esta villa marinera un lugar único al que siempre deseas volver.

 

Tazones guarda la esencia de la aldea asturiana, pero en este caso de una aldea peculiar, con hórreos, pero abierta al mar. Una muy buena opción si lo que se quiere es una fresca escapada durante esta tórrida ola de calor, rodeada de magníficos paisajes donde nos acompañen el mar y la montaña.

 

Torazu (Asturias)

 

Este precioso pueblo en las montañas de Asturias, con apenas 100 habitantes, es un lugar donde se encuentra una hermosa arquitectura rural, conservada exquisitamente con sus antiguos hórreos dando un plus belleza a este peculiar y maravilloso enclave.

Torazu es lugar mágico, de origen celta, cuyos moradores cuidan mucho sus tradiciones, querencias y expresiones comunitarias. 

 Un lugar perfecto para pasar un día paseando por la naturaleza que envuelve a este pueblo y disfrutando de la paz que se respira.

 

 

Cudillero (Asturias)

 

Cudillero, bello pueblo marinero capital, escondido desde la mar y desde la tierra, y descolgado en humildes casas de mil colores, que dan forma a su conocido y fotografiado anfiteatro, nos permite disfrutar de vistas espectaculares desde su atalaya.

 

Un lugar perfecto para pasar el día paseando por sus calles, donde la sucesión de casas indianas junto al Palacio Selgas, un espléndido conjunto del siglo XIX conocido como el "Versalles asturiano", comparten protagonismo con el barrio de los pescadores, o con la parte alta del pueblo, dedicada a la agricultura.

 

El pote, la merluza de pincho o el pastel de cabracho estarán presentes en cualquier restaurante de la localidad, pero no se puede visitar Cudillero sin probar el rape, conocido como el pixín, y se puede pedir a la brasa, a la sidra, frito, con setas o fabes.