Nestor Martin, ha repetido en Cantabria la misma actuación que en Bélgica.
El Ministro-Consejero de Economía de la región belga de Valonia, reconoció en sede parlamentaria que la empresa de los gestores, se hizo con 3.250.000 € de dinero público, antes de quebrarla.


La Unión denunció que los gestores “seleccionados” por el Gobierno de Cantabria para ser “beneficiarios de 16 millones de euros de dinero público”, para poner en marcha la fábrica con la “denominación engañosa Nestor Martin”, y cuyo único fin era recolocar a los trabajadores de Teka, “han repetido en Cantabria el mismo modus operandi que en Bélgica”. “Su actividad ha consistido en “gestionar sin poner un solo euro propio, para extraer dinero público de la región”, acusó Rafael Sebrango.
El Presidente de la formación política señaló al Gobierno Regional de Cantabria como “culpable de poner dinero público en un montaje diseñado para dilapidar dinero público, y de meter a los extrabajadores de Teka en un lío, y al resto de ciudadanos en un despilfarro”.
La diferencia entre la región belga de Valonia, y Cantabria es que “el daño al dinero público se ha visto corregido y aumentado en el caso de Cantabria”, porque, a su juicio, “en Bélgica no se encontraron con un Gobierno tan negligente ni tan torpe”. Los gestores de la fábrica “mal llamada Nestor Martin”, estuvieron gestionando, en Couvin, en la región belga de Valonia, la empresa que vende las estufas bajo la marca Nestor Martin, y cuyo nombre es THERMIC DISTRIBUTION EUROPE, durante 3 años, “hasta que se despidieron a la francesa dejando la fábrica en quiebra”.
Tanto en el caso de la región belga de Valonia, como en el caso de Cantabria, los gestores, Andrés de León y Jesús Lavín, constituyeron sendas sociedades, “como muy poco capital”, para hacerse cargo de ambos proyectos.
En el caso belga, constituyeron la sociedad Ecomasa de Inversiones S.L., constituida en Madrid, el 6 de Octubre de 2010, con un capital de sólo 4.000 € “justo antes de hacerse cargo de la fábrica belga”, la cual empezaron a dirigir en Diciembre de ese mismo año.
En el caso de Cantabria, constituyeron Ecomasa World Investments S.L. en Santander, el día 13 de Abril de 2012, con el capital mínimo legal, esto es, 3.000 €.
En Bélgica “lograron no poner un euro y beneficiarse del dinero público de la región de Valonia”. En concreto, según reconoció el Ministro-Consejero de Economía de la región de Valonia, M.Marcourt, en la sesión de la Comisión de Economía del Parlamento de Valonia de 2 de Octubre de 2012, Lavín y De León, “obtuvieron un total de 3.250.000 € de dinero público de esa región”, tal y como consta en las páginas 7 y siguientes del Diario de Sesiones, aunque, tal y como preguntaba la oposición, los gestores habían afirmado que habían recibido incluso 4.800.000 €.
El esquema es el mismo que en Cantabria, entrada en el capital social de SOGEPA, que es la SODERCAN del Gobierno de Valonia, préstamo directo, y en aquél caso, además, un préstamo hipotecario.
“Ese dinero público belga, no ha sido recuperado, ya que fue a parar al capital social de Ecomasa, no al de la fábrica, es decir, no a Thermic Distribution Europe”, aseveró Sebrango.
En el caso de Cantabria, acusó “la tremenda negligencia y torpeza de nuestro Gobierno, ha permitido reproducir este modus operandi”, pero, recordó “comprometiendo 16 millones de euros de dinero público”, es decir “5 veces más de dinero, para llegar al mismo sitio”.
“Tanto en el caso de Valonia, como en el de Cantabria”, siguió “el montaje es el mismo, no poner un euro propio, ir tirando con el dinero público que se ha conseguido, y luego, irremediablemente, declarar en quiebra el negocio”.
“Por eso ahora piden 3 millones de euros más, para seguir tirando hasta que se acaben”
Por ello, en La Unión se ratifican en lo que ya habían expuesto la semana pasada “Todo en el proyecto de la llamada fábrica Nestor Martin, es mentira”.
“No hay milagro posible”, prosiguieron, “estará abierta mientras el Gobierno de Cantabria siga metiendo dinero público”.
Para Sebrango, “nos encontramos ante una estafa de 16 millones de euros”, en la que, recalcó “los perjudicados somos todos los ciudadanos de Cantabria”, pero matizó “muy especialmente los extrabajadores de Teka, que confiaron su futuro en lo que les dijo su Gobierno Regional”.
Ahora, como en el caso belga, nos encontramos “con un fábrica en crisis, que se ha fumado todo el dinero público obtenido, y sin ninguna posibilidad de recuperar el dinero de todos los cántabros”.
Finalizaron en La Unión señalando que “no tenemos garantía alguna de recuperar el dinero malgastado en un proyecto diseñado en exclusiva para evaporar dinero público de Cantabria”, aunque, ironizan “esperamos que el Gobierno Regional nos pueda tapar la boca con una explicación de su actuación”.
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