Planear una boda en Cantabria: costes y sugerencias
Dicen que ese es el día más especial de la vida de cualquier persona y, por eso, las mujeres, sobre todo, se pasan media vida imaginando todos los detalles de ese gran acontecimiento.


Muchas niñas pasan toda su infancia soñando con convertirse en una princesa algún día y, de hecho, saben que ese momento llegará cuando se vistan con un precioso vestido blanco en su boda. Dicen que ese es el día más especial de la vida de cualquier persona y, por eso, las mujeres, sobre todo, se pasan media vida imaginando todos los detalles de ese gran acontecimiento. Lo idílico sería celebrarlo durante un atardecer bonito en un castillo frente al mar. Y eso, en Cantabria, es algo más que posible. Se trata de una ciudad costera que ofrece multitud de opciones para bodas, que oscilan entre variados precios. Organizar una boda siempre conlleva mucho tiempo y muchos gastos. De hecho, algunos de ellos son imprevisibles y, por ello, se recomienda tener en cuenta la posibilidad de solicitar créditos rápidos para pagar un imprevisto o alguna factura cuya cuantía aumentó más de lo esperado.
Los menús de los restaurantes de la geografía cantábrica suelen oscilar entre los 50 y los 110 euros por invitado y su capacidad puede alcanzar como máximo unas 350 personas aproximadamente. En cuanto a los lugares, se puede optar a muy diferentes espacios como casonas típicas montañesas donde todo el ambiente será rural. También se puede elegir un restaurante-cenador situado en una casa palacio del siglo XVIII, donde disfrutar de un jardín al aire libre y exquisitos platos preparados por chefs galardonados con estrellas Michelin. Otra de las opciones es elegir un restaurante del paseo marítimo de la playa del Sardinero, un increíble enclave turístico de la ciudad cantábrica; las terrazas de algunos de estos establecimientos brindan la posibilidad de disfrutar de una zona de baile al aire libre con vistas al mar.
Lo ideal para una boda que se celebre cerca del mar es un vestido sencillo, pero deslumbrante. Se trata de una prenda que una mujer desea ponerse solo una vez en la vida. Por ello se recomienda encontrar una, preferiblemente económica, con la que sentirse la más bella del universo. Para ello, Santander, la capital cantábrica, ofrece multitud de tiendas de vestidos de novia situadas todas ellas cerca de la Plaza Porticada. Estas prendas pueden comenzar desde los 300 euros y acabar en los 1500 o hasta donde la imaginación pueda llegar. No conviene que la novia vaya a disgusto el día de su boda. Por eso, en caso de que se tenga un presupuesto estipulado ajustado y el vestido elegido sobresalga un poco de esa cantidad, se puede optar por pedir un crédito online de hasta 300 euros para lucir lo elegido, independientemente de su coste.
Toda pareja que esté en proceso de planificar su boda sabe que lo que más se necesita es tiempo y dinero. Los créditos virtuales son una buena opción en estos casos de agobio y estrés, ya que se pueden pedir a través de cualquier dispositivo que tenga conexión a Internet y en el momento que sea, ya que las páginas web que ofrecen estos servicios no tienen límites de tiempo, sino que funcionan las 24 horas del día de los 365 días del año.