Se cumplen 50 años de la fundación del colegio Fernando Arce para personas con discapacidad
La Fundación Asilo de Torrelavega recogió con cariño e interés la propuesta y cedió los terrenos para que se pudiera llevar a cabo la construcción del colegio.


El Centro Fernando Arce surgió gracias a la generosa aportación de Fernando Arce Alonso y su esposa, Victoria Gómez, que recogieron una llamada lanzada en la prensa, por el médico pediatra, Dr. Alejandro Palacín Poveda, sobre el problema de la escolarización de las personas con discapacidad intelectual.
La rogativa la tomaron como suya, ofreciendo generosamente a la Fundación Asilo de Torrelavega la construcción de un Centro para la atención a niños y niñas con discapacidad. Este gesto fue en memoria de su hijo, el Dr. Fernando Arce Gómez, del que tomaría el nombre.
La Fundación Asilo de Torrelavega recogió con cariño e interés la propuesta y cedió los terrenos para que se pudiera llevar a cabo la construcción del colegio.
El Centro Fernando Arce se inaugura el 2 de Febrero del año 1971. Estaba previsto abrir el Centro a principios de curso, en el “mes de septiembre”, como el resto de colegios, pero las obras del “pasadizo”, como todos conocían esta travesía que comunicaba el Asilo con el Colegio, no se terminaron hasta poco antes de su inauguración. Por el pasadizo se transportaba la comida para los alumnos y alumnas del centro, debido a que éste no contaba con cocina propia.
El 2 de Febrero fue un día especial: era el día en que los padres y madres llevaban por primera vez a sus hijos e hijas al Colegio después de mucho tiempo luchando por conseguir un centro de Educación Especial. Entre ellos, podemos citar a los padres de Jesús Bretones, de Fidel Sánchez (fallecido hace unos días en Cartes), de Milagros Yllera, por citar alguno.
Estos alumnos asistían con anterioridad a clases en una unidad ubicada en la actual “Casa de Cultura” de Torrelavega. Su tutora era Mª Ángeles Gutiérrez, que después se integró en el Centro Fernando Arce junto con Blanca Benito, Rosa Mª Urtiaga y Marian Gómez, que formaban el equipo de profesoras. En este ilustre equipo, también estaba Maite Alcalde que impartía clases de Música y Psicomotricidad, así como Rosa Ferreira que era la encargada de los talleres, en los cuales se hacían trabajos manuales.
Angelita Raba, la trabajadora social, llevaba por entonces meses luchando codo a codo con las familias, para conseguir todo lo necesario para que los chicos y chicas vinieran al Centro.
Había socios, tanto particulares como empresas benefactoras, que daban una cantidad de dinero, pues el Centro no percibía entonces grandes ayudas. Las familias tenían que pagar 3000 pesetas y solo contaban con la ayuda oficial de 1500 pesetas por un niño con discapacidad.
La primera persona que dirigió el centro fue la Hermana Beatriz. De la atención, el aseo y la comida de los niños pequeños se encargaba la Hermana Alicia, dos monjas de la Congregación “Hijas de San José” del Asilo.
El Servicio Médico estaba compuesto por los Doctores Palacín y Monforte, que acudían dos veces por semana, efectuando un seguimiento del alumnado con discapacidad. Controlaban todo lo referente a la salud, sobre todo las medicaciones. El Doctor Monforte también se encargaba de realizar las pruebas psicológicas a los alumnos.
Juan García, el conserje, fue una persona muy importante y querida. Vivía en el piso integrado en el Centro “Fernando Arce”. Cuidaba todas las instalaciones como si de su propia casa se tratara, haciendo además labores de mantenimiento.
Los niños y niñas que empezaron hace 50 años, y que aún permanecen en el centro (Eva Ceballos, Fulgencio Acebal, Blanca Rosa Quirque, Juan Antonio Martínez, Guillermo Juglar, Marian Isla, Fidel Sánchez, Carmen Arrizabalaga, y Jesús Bretones), son, hoy en día, personas adultas que han encontrado en esta Institución, no solo un trabajo, como por ejemplo aquellos que forman parte de la plantilla de SERYMAN “Centro Especial de Empleo” o del Centro Ocupacional y Centro de Día, sino también un Hogar donde vivir, los actuales Apartamentos Fernando Arce.
Desde el año 1971 hasta el 2021, la evolución ha sido evidente, no solo por los cambios que naturalmente produce el tiempo en el alumnado, profesionales y familias, sino por las soluciones que, día a día, se han ido aportando, a las situaciones y necesidades que se han planteado nuevas.
Inicialmente, los alumnos que ingresaban en el centro eran niños y jóvenes con discapacidad intelectual con un alto nivel de autonomía personal. Actualmente, el perfil de atención que ofrece el centro es más heterogéneo, y conjuga alumnado con un alto nivel de apoyos, con alumnado que se está cursando un programa específico de formación profesional básica.
El Colegio “Fernando Arce” ha hecho un esfuerzo de modernización, con la creación de infraestructuras tales como las piscinas adaptadas, salas de experimentación sensorial, unidades escolares con dotación de medios tecnológicos actuales, etc. Asimismo, se ha hecho un esfuerzo por mantener un equipo estable de profesionales, con años de experiencia a sus espaldas, en el campo de la atención a las personas con diversidad funcional, creando un equipo multiprofesional que dé respuesta a las características y necesidades del alumnado y sus familias.
Desde nuestro punto de vista, una de las características que hacen único a este centro, es la dedicación de los profesionales, en estrecha complicidad con las familias, para sacar adelante propuestas pedagógicas individualizadas, que se ajustan a las necesidades reales de cada alumno y alumna con necesidades educativas especiales. Para lograrlo, la Fundación Asilo de Torrelavega, apuesta por la creación de los distintos centros y servicios que cubran todas las necesidades que pueda tener a lo largo de su vida, una persona con diversidad funcional.