Seleccionado por el CSIC un proyecto de Piero Crespo que busca un tratamiento alternativo al coronavirus
El proyecto comparará el potencial viricida de los inhibidores de MAP Kinasas con la capacidad viricida de los tratamientos que actualmente se están utilizando para tratar la enfermedad COVID-19.


EN TODA LA CRISIS Y TRAGEDIA que estamos viviendo un nombre cántabro sobresale con luz propia. Se trata de Piero Crespo Baraja, investigador, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Cantabria desde 1991 y con una experiencia larga y fecunda en institutos de investigación de los Estados Unidos. En este sentido debe valorarse el hecho de que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) haya seleccionado el proyecto presentado por un grupo del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (Ibbtec) que dirige el doctor Piero Crespo para buscar un tratamiento alternativo al coronavirus, basado en una terapia utilizada en melanomas metastásicos.
Su trabajo se centra en el estudio de los mecanismos de regulación de Ras y MAP kinasas, en particular en cómo la localización subcelular y el confinamiento de las señales inciden en las funciones biológicas y bioquímicas de estas proteínas, tanto en contextos fisiológicos como patológicos.
Bajo el título "Reposicionamiento de inhibidores de MAP Kinasas para el tratamiento de COVID-19", la investigación, que ha obtenido una financiación de 50.000 euros, se basa en evidencias previas de que los inhibidores de MAP Kinasas evitan la replicación de coronavirus, según ha señalado la UC en nota de prensa.
"Investigaremos si estos inhibidores son más eficaces que los tratamientos que actualmente se están utilizando para tratar la infección, para bloquear la propagación de coronavirus y evitar la inflamación derivada de la misma", ha explicado el responsable del grupo de investigación y director del Ibbtec, Piero Crespo.
Las MAP Kinasas son unas proteínas involucradas en la regulación de la proliferación celular y que están desreguladas en muchos tipos de cáncer, por lo cual, en estos momentos, los inhibidores de MAP Kinasas se utilizan para el tratamiento de muchos de ellos, sobre todo del melanoma metastásico.
Según ha explicado Crespo, estos mecanismos celulares son los mismos que utiliza el coronavirus para entrar en la célula y replicarse.
El proyecto comparará, de esta forma, el potencial viricida de los inhibidores de MAP Kinasas con la capacidad viricida de los tratamientos que actualmente se están utilizando para tratar la enfermedad COVID-19.
"Si resultasen ser más efectivos, estos inhibidores podrían rápidamente reposicionarse y utilizarse en la clínica para el tratamiento de coronavirus", señala Piero Crespo, puesto que se conoce "perfectamente" su perfil de bioseguridad en cuanto a toxicidad, efectos secundarios, incompatibilidades o contraindicaciones.
Además, pronostica que, "si todo va bien", en "cuatro o cinco meses" podría haber resultados concluyentes.
El CSIC presentará esta y otras propuestas seleccionadas a la convocatoria del Instituto de Salud Carlos III sobre COVID-19.
El grupo de investigación Regulación Espacial de las Señales RAS-ERK en Cáncer, que dirige Piero Crespo, se centra en cómo la sublocalización celular y la compartimentalización espacial de dichas señales inciden en sus efectos bioquímicos y biológicos, tanto en contextos fisiológicos como patológicos, en particular en cáncer. Y en cómo tal regulación espacial puede explotarse para la búsqueda de nuevas terapias antitumorales.