Tradición y religiosidad en la celebración de los Santos Mártires, Emeterio y Celedonio
Martirizados durante la persecución de Diocleciano por abandonar las legiones romanas y convertirse al Cristianismo, son patronos de Santander desde el año 1791.


Santander ha celebrado este martes, 30 de agosto, la festividad de los Santos Mártires, San Emeterio y San Celedonio, con la tradicional misa en honor de los patronos de la ciudad, que fue oficiada en la Catedral.
La alcaldesa, Gema Igual, acompañada de otros ediles de la Corporación, participó en los actos religiosos, presididos por el obispo, Manuel Sánchez Monge, y ha resaltado la importancia de preservar la historia y las tradiciones que han conformado lo que es hoy Santander.
Los actos para conmemorar la festividad de los patronos comenzaron el lunes por la tarde con la procesión de las reliquias desde la iglesia del Santísimo Cristo hasta la Catedral, donde se celebró este martes la misa y posterior procesión.
San Emeterio y San Celedonio
San Emeterio y San Celedonio, martirizados durante la persecución de Diocleciano por abandonar las legiones romanas y convertirse al Cristianismo, son patronos de Santander desde el año 1791.
Sus reliquias llegaron a Cantabria en la Alta Edad Media procedentes de Calahorra (La Rioja), para protegerlas de las invasiones árabes, y se conservaron en un monasterio ubicado en el Cerro de Somorrostro, donde hoy se levanta la Catedral.
La llegada de las reliquias, que en la actualidad se conservan en la iglesia del Santísimo Cristo, dio lugar al crecimiento de un núcleo de población en torno al antiguo monasterio que recibió el nombre de villa de San Emeterio, del que, según algunos historiadores, procedería el actual nombre de Santander.
Con el paso de los años fue forjándose también la leyenda de que las cabezas de los dos hermanos mártires, decapitados por su conversión al Cristianismo, fueron arrojadas al río Ebro y recorrieron todo el litoral de la Península Ibérica hasta llegar a la costa cántabra, entrar por la isla de la Horadada y alcanzar el Cerro de Somorrostro, al que llegaban en aquella época las aguas del Cantábrico.
Desde su declaración como patronos de la ciudad y de la Diócesis por el papa Pío VI, cada 29 de agosto las reliquias salen en procesión desde la iglesia del Santísimo Cristo hasta la Catedral, donde quedan expuestas hasta el día siguiente, cuando se celebra la misa mayor en honor de San Emeterio y San Celedonio.