Un mes de guerra en Gaza: Crisis humanitaria y divisiones internacionales
El conflicto en Gaza entre Israel y Hamás se intensifica, causando una crisis humanitaria y divisiones en la comunidad internacional.
07-11-2023
El conflicto asimétrico e híbrido que involucra a Israel y Hamás ya ha alcanzado un mes de duración. Comenzó el 7 de octubre con la incursión de milicianos palestinos en el sur de Israel y ha vuelto a poner en primer plano el conflicto palestino-israelí en la arena internacional, convirtiéndolo en una prioridad en las agendas de la diplomacia global.
Históricamente, la Franja de Gaza ha sido escenario de enfrentamientos militares con un alto costo humano, pero la actual escalada supera a todas las anteriores, con un trágico saldo de 10,000 víctimas, incluyendo más de 4,100 niños. Las milicias palestinas llevaron a cabo un ataque que resultó en la muerte de 1,400 personas y el secuestro de 249.
La situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado constantemente, y aunque la ONU y la mayoría de los países miembros exigen un alto al fuego, Estados Unidos y la Unión Europea se limitan a pedir pausas humanitarias para permitir la entrada de ayuda.
Antes del 7 de octubre, el conflicto palestino-israelí apenas estaba en el radar de la diplomacia mundial, ya que la atención estaba más centrada en la guerra de Ucrania. La presión de Israel sobre Cisjordania había aumentado, pero esto no parecía afectar el proceso de "normalización" de relaciones con países árabes. Las muertes de palestinos ya no eran noticia en los medios de comunicación occidentales.
El ataque sorpresa del 7 de octubre, denominado "Diluvio de Al Aqsa", tomó desprevenidos a los israelíes y tenía como objetivo romper el statu quo en el que Israel se sentía cómodo. Esto ha puesto la cuestión palestina en el centro de la agenda internacional, pero a un alto costo en vidas humanas.
La magnitud de la incursión y la demora en la respuesta revelaron graves fallas de seguridad en Israel. La sociedad israelí se encontraba en estado de shock, y algunos culpan a Netanyahu, el líder del gobierno de emergencia creado en respuesta al atentado.
Tras el ataque, Israel lanzó la operación "Espada de Hierro" en la Franja de Gaza con el objetivo de eliminar a Hamás. Sin embargo, en un área densamente poblada, cada ataque contra supuestos objetivos de Hamás conlleva la muerte de civiles, lo que ha llevado a acusaciones de "castigo colectivo".
Israel también ha cortado el suministro de agua, electricidad, alimentos y medicamentos, lo que ha llevado a una catástrofe humanitaria. La Organización Mundial de la Salud advierte sobre la situación crítica en la región.
A medida que la operación militar israelí continúa, se plantean preguntas sobre el futuro del conflicto. Algunos ven una escalada lenta pero segura, mientras que otros abogan por buscar una solución negociada. La sociedad civil en todo el mundo se ha manifestado en apoyo a Palestina, cuestionando las acciones de Israel y exigiendo el respeto del derecho internacional humanitario.
La ONU ha enfrentado desafíos para abordar la situación debido al veto de EE.UU. en el Consejo de Seguridad. A pesar de las limitaciones, ha condenado las acciones de ambas partes y ha tratado de proporcionar ayuda humanitaria a los palestinos.