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ASÍ SERÁ EL PROCESO DE ORCEL Y EL SANTANDER SI NO HAY ACUERDO

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LEEMOS EN EXPANSIÓN Una sentencia en el pleito de Andrea Orcel contra Santander llegaría en el verano de 2020. Es el cálculo de los tiempos del proceso que hacen fuentes jurídicas conocedoras, siempre que no se llegue antes a un acuerdo. Se trataría de la sentencia de primera instancia, ante la que cabría recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid. Como la demanda civil del ex consejero delegado de banca de inversión en UBS se presentó en mayo, Santander tiene ahora unos días para responder. Los tiempos son los siguientes: alrededor de un mes después de que la demanda fuera interpuesta, el Juzgado dicta un Decreto en el que la admite a trámite. A continuación, debe notificar al banco la admisión y en el momento en que éste sea notificado, tiene 20 días para responder. El plazo vence por lo tanto en los próximos días. Si el banco no respondiera, se consideraría que se declara en rebeldía. El demandado rebelde no comparece, lo que supone la máxima dejación y no cabe esperar en este caso, según las mismas fuentes. Orcel fue fichado por Ana Botín para ser consejero delegado de Santander a mediados de 2018. El anuncio se hizo oficial a finales de septiembre y, en enero, poco más de tres meses después, el banco anunció que el fichaje no se llevaría a cabo porque era demasiado caro. La carta que el banco dio a Orcel en septiembre detallaba que cobraría un total de 52 millones de euros, una cifra que pretendía igualar lo que el directivo italiano tenía pendiente de cobro en UBS, en concepto de bonus diferidos. De esa cantidad, diez millones correspondían a sueldo anual; 17 millones a remuneración de bienvenida y 35 millones a acciones del banco. Orcel asegura que esa carta tiene validez contractual, ya que cuenta con la firma del secretario del consejo, Jaime Pérez Renovales. El banco pretende argumentar que esa carta no tiene la misma validez que un contrato formal y que Orcel no puso de su parte para que UBS pagara parte de la cantidad que le debía, y que hubiera reducido la cantidad final a pagar por Santander. Orcel podría cobrar los 50 millones que tiene pendientes en UBS si no se une a otro banco competidor en los próximos años, algo que el ejecutivo descarta porque "lo que quiere es trabajar", dice un colaborador próximo.

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