Editorial Cantabria24horas.com

CUATRO PROBLEMAS QUE VE LA UE EN EL BREXIT DE JOHNSON

LEEMOS EN EXPANSIÃ“N Bruselas y DublÃn ponen serias objeciones a la oferta de acuerdo del primer ministro britÃ¡nico. Las autoridades europeas consideran que la propuesta lanzada ayer por Boris Johnson para implementar un Brexit ordenado el prÃ³ximo 31 de octubre solo puede salir adelante si es modificada de forma sustancial. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, ha dicho tras una conversaciÃ³n telefÃ³nica con Johnson que la UE "estÃ¡ abierta" para alcanzar un pacto, pero "todavÃa no estÃ¡ convencida" sobre las condiciones sugeridas por Downing Street. SegÃºn Leo Varadkar, primer ministro irlandÃ©s, las ideas lanzadas por Johnson "se quedan cortas en varios aspectos" respecto a lo necesario para sellar un acuerdo. Su nÃºmero dos, Simon Coveney, fue mÃ¡s directo al seÃ±alar que "si el plan de Johnson es la propuesta final, habrÃ¡ un Brexit sin acuerdo". El grupo de seguimiento del Brexit en el Parlamento europeo, por su parte, advirtiÃ³ que las propuestas del Gobierno britÃ¡nico no podrÃan ser aprobadas si llegan a votaciÃ³n en esa cÃ¡mara. "Seguimos abiertos a soluciones serias y operativas, pero las propuestas de Reino Unido se quedan cortas y representan un alejamiento significativo respecto a los objetivos y compromisos conjuntos". Boris Johnson acudiÃ³ esta maÃ±ana a la CÃ¡mara de los Comunes, donde dijo que su plan "es un intento sincero de reconciliar lo aparentemente irreconciliable". Â·El principal problema para un Brexit pactado es cÃ³mo mantener abierta la frontera entre la RepÃºblica de Irlanda y la provincia britÃ¡nica del Ulster cuando Reino Unido deje el mercado comÃºn y la uniÃ³n aduanera en diciembre de 2021. El acuerdo negociado por su antecesora Theresa May contemplaba, para evitar la instalaciÃ³n de controles en la isla, la permanencia indefinida de Reino Unido dentro de la uniÃ³n aduanera. Johnson rechaza esta idea, y como alternativa sugiere que Irlanda del Norte siga en el mercado comÃºn de mercancÃas industriales y productos agrÃcolas y ganaderos, pero dejando la uniÃ³n aduanera como el resto del paÃs. Pero la UE ve cuatro problemas en las propuestas de Johnson, segÃºn los analistas y observadores polÃticos. El primero es que el plan, de ser implementado, requerirÃ¡ controles aduaneros y de IVA a los flujos de mercancÃas entre Irlanda del Norte y la RepÃºblica de Irlanda. Esto se debe a que, tras el Brexit y el periodo transitorio, Londres quiere establecer su propia polÃtica comercial y fiscal para la entrada y salida de productos al paÃs. Ante la potencial divergencia en los aranceles y el IVA entre las mercancÃas britÃ¡nicas y europeas, deberÃ¡ existir algÃºn control en la isla, algo que DublÃn considera inadmisible para no atizar la violencia de los republicanos de Irlanda del norte. Como soluciÃ³n, Johnson propone procedimientos tecnolÃ³gicos para seguir la trayectoria de los transportistas y controles fÃsicos alejados de la misma frontera. La segunda cuestiÃ³n peliaguda es que Londres quiere dar al Parlamento norirlandÃ©s un derecho de veto sobre todo el mecanismo. En 2021, y luego cada cuatro aÃ±os, la asamblea de Stormont decidirÃ¡ si quiere seguir en el mercado comÃºn europeo de bienes (lo que garantiza una misma regulaciÃ³n para los productos) o vuelve al mercado britÃ¡nico. El Gobierno irlandÃ©s teme que esto suponga dar el poder unilateral al pro-britÃ¡nico Partido Unionista IrlandÃ©s (DUP) para romper la unidad de mercado en la isla cuando se le antoje. Jran-Claude Juncker, presidente de la ComisiÃ³n Europea, ya hablÃ³ ayer de sus dudas sobre la "gobernanza" de este mecanismo. En tercer lugar, aunque mencionado de pasada en el acuerdo, el Gobierno britÃ¡nico apuesta por tener libertad para ir hacia una fuerte desviaciÃ³n regulatoria respecto de la UE en materias como los estÃ¡ndares de los productos, los criterios medioambientales o los derechos de los trabajadores. Bruselas teme que esto lleve a que Reino Unido sea muy agresivo a la hora de hacer mÃ¡s competitivas a sus empresas frente a las europeas. De cara al futuro, esto dificultarÃa llegar a un tratado de libre comercio entre las dos partes. Y el cuarto obstÃ¡culo es la falta de tiempo para limar todas las asperezas. Las partes deberÃan cerrar un acuerdo en la cumbre europea del 17 y 18 de octubre, para que luego pueda ser ratificado en el Parlamento britÃ¡nico antes del 31 de octubre. Pese a las objeciones europeas, hoy la libra sube por la esperanza de un acuerdo. Este optimismo se debe a que el apoyo de los euroescÃ©pticos, de los irlandeses del DUP y de algunos laboristas podrÃa facilitar la aprobaciÃ³n del Brexit en el Parlamento britÃ¡nico si hay pacto en la cumbre. Las otras alternativas son una salida caÃ³tica o una nueva prÃ³rroga del Brexit.