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IRRESPONSABLES (DE TODO TIPO) QUE NO CEJAN

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En la noche de este sábado se celebró una fiesta ilegal en un bar de Jaén, que reunió a 82 personas en su interior, incumpliendo las medidas de prevención así como las restricciones por la pandemia del coronavirus. Agentes de la Policía Local, de la Nacional, de la Unidad Adscrita a la Junta de Andalucía, de la Guardia Civil y del Cuerpo de Bomberos disolvieron la fiesta e identificaron a todos los asistentes.

Según el Ayuntamiento de Jaén, los agentes han confirmado que se incumplía tanto la limitación de las reuniones sociales a un máximo de cuatro personas, y los asistentes no llevaban mascarilla ni respetaban la distancia de seguridad. Además, el local se encontraba abierto fuera del horario permitido.

La Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía recibió varias llamadas a partir de las 18.50 horas en las que se alertaba de que un numeroso grupo de personas se encontraba dentro de un establecimiento hostelero ubicado en el Polígono de Los Olivares, en Jaén, al parecer participando en una fiesta clandestina. Quienes alertaron de esta situación explicaban que los clientes estaban accediendo al local por una puerta trasera.

En un primer momento, una patrulla de la Policía Nacional se desplazó hasta el lugar y comprobó que efectivamente había varias personas en el exterior del pub por lo que solicitaron de inmediato el apoyo de más unidades policiales. De forma coordinada, se puso en marcha un dispositivo con Policía Local de Jaén y con la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Junta de Andalucía con apoyo de agentes de la Guardia Civil para proceder a desalojar el establecimiento de la forma más segura posible. Varias patrullas se personaron en el local alrededor de las 19:30 horas.

Los agentes no pudieron acceder al interior, ya que los participantes se negaron a abrir la puerta a pesar de los requerimientos realizados. Esa resistencia a permitir el acceso de los policías al establecimiento motivó, además, la intervención de los Bomberos, quienes procedieron a levantar por la fuerza la persiana metálica del establecimiento para así permitir a la Policía franquear la entrada. Los agentes de los diferentes cuerpos policiales identificaron a los 82 participantes en la fiesta ilegal, donde se consumía alcohol y otras sustancias.

Los policías hallaron a una mujer en el interior de un mueble de poco más de un metro de altura, mientras que otro de los asistentes trató de ocultarse debajo de la barra, en concreto en el habitáculo en el que se colocan los barriles de bebidas.

Se han levantado numerosas actas de infracción, ya que se comprobó que se estaban incumpliendo varias limitaciones y restricciones ordenadas por la autoridad sanitaria para contener los efectos de la pandemia, como las reuniones de más de cuatro personas, el mantenimiento de la distancia de seguridad y el uso obligatorio de la mascarilla.

Igualmente, se ha denunciado al responsable del local por no respetar las restricciones marcadas en pandemia por las autoridades sanitarias. Los datos de los denunciados serán remitidos próximamente a las autoridades sanitarias para el rastreo de un posible foco de contagio de la covid-19 en caso de algún positivo en los próximos días.

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VIOLENCIA EN BARCELONA
 

La violencia callejera desatada tras el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél traspasó el sábado todas las líneas rojas. La gravedad de los disturbios quedó representada en las imágenes del saqueo de comercios y hoteles y la quema de un furgón de la Guardia Urbana con un agente dentro en pleno centro de Barcelona. La noche de altercados, que acabó con 14 detenidos --dos de ellos menores--, y el hecho de que el nivel de violencia vaya in crescendo ha unido este domingo en la repulsa a todas las autoridades políticas, a todos los sindicatos policiales y al conjunto de empresarios y comerciantes. La condena general ha puesto en el punto de mira a la CUP, convocante de la protesta y la fuerza que ha respondido con más tibieza a estos incidentes, pero por el momento no parece que vaya a afectar a las negociaciones del futuro Govern.

Ante el salto exponencial que supusieron los disturbios del sábado, los máximos representantes de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona --el 'president' en funciones, Pere Aragonès; el 'conseller' de Interior, Miquel Sàmper, y la alcaldesa Ada Colau-- se reunirán este lunes por la tarde para coordinar las medidas de prevención, después de casi dos semanas de altercados.

"Es una violencia desbocada e inaudita. Dejemos trabajar en paz a las policías"

 

Miquel Sàmper, 'conseller' de Interior

 

Los tres han manifestado con rotundidad que el grado de violencia, que incluyó también el ataque a la comisaría de la Guardia Urbana en la Rambla, supera con creces el legítimo derecho a la protesta. Sàmper ha sido el único que ha aludido a las negociaciones para formar Govern al considerar que "no es negociable" la disolución de la Brimo, la unidad antidisturbios de los Mossos, reivindicación que la CUP ha puesto sobre la mesa con nulas opciones de ser atendida. Tras denunciar una "violencia desbocada e inaudita", el 'conseller' ha reclamado que "se deje trabajar en paz" a los cuerpos policiales, en una clara exigencia de que el modelo policial se saque de la negociación política.

Condena "hipócrita"

Los anticapitalistas, impulsores de la manifestación del sábado --que discurrió en su mayor parte de forma pacífica--, evitaron condenar los ataques a la Guardia Urbana y se han limitado a afirmar, a través de su candidata a la presidencia de la Generalitat, Dolors Sabater, que "poner en riesgo la vida de una persona es un límite". Sin embargo, ha considerado "hipócrita" condenar los altercados porque "no soluciona" el malestar social que está detrás de las protestas.

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