Desde que Alberto Núñez Feijóo llegó a ser presidente del PP, era evidente que la relación con Vox no iba a ser buena. Cuando era el presidente gallego se negó a cualquier acercamiento a este partido y celebró su mayoría absoluta en las urnas como una demostración de que el partido debía buscar su propio camino y reunificar la familia política de derechas sin contar con la formación de Santiago Abascal.

Y en todos estos meses como líder del PP se había negado a cualquier contacto con Abascal, aunque este distanciamiento evidente se ha roto la pasada semana. Según confirman varios medios, el jueves 22 de septiembre se produjo un "encuentro privado" entre ambos en Madrid, en concreto en una de las 4 torres del Paseo de la Castellana.

Feijóo y Abascal se vieron las caras en una reunión por primera vez y ambos partidos se han limitado ahora a considerarlo como un acto más de "normalidad política".

Explicaciones de PP y Vox

Desde el PP, explica RTVE, se dice que fue un encuentro "correcto", que duró casi una hora y que fue a raíz de una petición formal de Vox a finales de julio.

Al parecer, ambos compartieron algunos de los problemas que detectan a la actual España bajo el gobierno de Pedro Sánchez, pero disintieron en las soluciones y las medidas a aplicar.

El PP va a intentar quitar importancia al encuentro con Abascal ampliando a los dirigentes de otros partidos nacionales este tipo de reuniones, y así no dar más protagonismo a una más que posible alianza tras las próximas elecciones.

Feijóo se reunirá con dirigentes de todo tipo de partidos e ideologías, como ya ha hecho en los últimos tiempos con UPN, Coalición Canaria y también con Yolanda Díaz de 'Sumar'. Quizás haya pronto un encuentro, por ejemplo, con el PNV.

Por parte de Vox, se habla de un encuentro enmarcado dentro de "la normalidad de que dos líderes políticos que no se conocen se reúnan y tomen contacto". Recalcó que no hablará del contenido de la reunión.

Primeras reacciones

Muchas han sido las comparaciones entre Italia y España tras las elecciones del país transalpino, donde la ultraderecha y la derecha tradicional compartirá gobierno. Todas las encuestas apuntan a que en España sucedería lo mismo a partir de 2023, con el PP apoyándose en Vox.

Tras conocerse la cita entre Feijóo y Abascal ha habido rápidas reacciones. Desde el PSOE se han considerado "sorprendidos" porque su reunión se produjo "prácticamente en la clandestinidad" como si se tratase de "una foto de Colón de incógnito".

También consideran que es un paso para un pacto "entre derecha y ultraderecha" a la italiana.