Con el atractivo de su buenos arroces, desde la mesa fijamos especialmente nuestra atención en una vieja trainera, prueba de los numerosos éxitos de los “pedreñeros” en aguas del Cantábrico a lo largo de varias décadas. ">
 
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Luis Alberto Castanedo, ejemplo de profesional de hostelería

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Hace unos días acudimos a Pedreña (Marina de Cudeyo) para almorzar, escogiendo un restaurante conocido y acreditado –de la familia del legendario fundador del Rihn, de Santander- que presentaba en su carta de menús una variada oferta de arroces. Al llegar, encontramos un restaurante limpio y bien atendido, hecho del que dejó rápida impronta su encargado Luis Alberto Castanedo. Fue él quien nos dio a conocer la oferta y nos animó a probar los arroces de una cocina también acreditada por estar en buenas manos. Castanedo nos explicó las características del restaurante y de su entorno –siempre mágico por lo que recuerda al campeón internacional Severiano Ballesteros-, además de explicarnos las vistas extraordinarias que se divisan desde el restaurante. Especialmente fijamos nuestra atención en una trainera, prueba de los numerosos éxitos de los “pedreñeros” en aguas del Cantábrico a lo largo de varias décadas. Podemos decir que todo fue perfecto camino de la mesa, bien ubicada, que nos preparó Castanedo para que divisáramos un horizonte de belleza.

Una vez que tomamos asiento se cumplieron todos los anuncios de Castanedo en cuanto a la calidad de los arroces, el buen vino que acompañaba la excelente mesa y los postres que cierran un menú que, sin duda, tiene un éxito merecido. Durante las dos horas de almuerzo, Luis Alberto Castanedo nos atendió con magnífica exquisitez y quehacer profesional. Después nos informamos que, en su día, con su padre Luis, fue promotor del turismo en Mogro a través del restaurante Brisas en la playa que da vista a las majestuosas dunas de Liencres, al tiempo que secretario de la Asociación de Hostelería en la etapa de Goyo Vejo de presidente.

El trato, su buen hacer profesional, la atención al cliente y su esmero en todo momento, da fe del valor de personas que por vocación se han entregado y sirven estilo y buen hacer a una profesión dura y sacrificada. En Luis Alberto Castanedo se encarnan esos valores sobre los que deseamos dejar constancia en estas líneas. ¡Ah, ¿el nombre del restaurante?. Vayan a Pedreña y al lado de su pequeño puerto de embarcaciones encontrarán esta cita con unos buenos platos de arroces.

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