El Ayuntamiento concederá la Medalla de Oro de Santander a la Fundación Asilo San Cándido
El Ayuntamiento de Santander concederá la Medalla de Oro de la ciudad a la Fundación Asilo San Cándido con motivo del centenario de su constitución.
Así lo ha informado la alcaldesa de Santander, Gema Igual, tras la celebración de la Comisión de Cultura, en la que se ha aprobado el dictamen favorable para otorgar esta distinción con la unanimidad de todos los grupos políticos.
La propuesta se llevará ahora al Pleno que la Corporación celebrará este viernes, donde la alcaldesa felicitará a la entidad en presencia de miembros del Patronato de la fundación.
Igual ha manifestado que, con la concesión de esta medalla, el Ayuntamiento quiere reconocer la labor social desarrollada por la Fundación San Cándido desde su nacimiento como entidad benéfica hasta la actualidad, convertida en una moderna residencia con 296 plazas y un centro de día para 70 personas.
“La Fundación Asilo San Cándido es un referente en Santander por su historia, su trayectoria y por la calidad de la asistencia que ofrece a los residentes y a los usuarios del centro de día”, ha señalado la alcaldesa, al tiempo que ha indicado que la distinción supone “un reconocimiento a la dedicación y el nivel profesional de todos quienes trabajan cada día para atender las necesidades de las personas mayores”.
Del mismo modo, ha indicado que la Medalla de Oro también muestra la consideración de Santander hacia el Patronato, el equipo directivo y los trabajadores por hacer de San Cándido un centro "con la mayor cualificación asistencial y con una apuesta permanente por la mejora constante de sus instalaciones y servicios”.
Igual ha recordado que la Medalla de Oro es uno de los mayores reconocimientos que contempla el Reglamento de Títulos, Honores y Distinciones del Consistorio santanderino.
Se otorga como recompensa a aquellas personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, que se hayan distinguido en cualquier rama de la cultura, el espectáculo, el deporte, la ciencia, la economía, la acción social o la comunicación por una larga trayectoria de servicios eminentes y excepcionales a la ciudad.
Trayectoria centenaria de actividad asistencial
El 27 de marzo de 1924 se firmó oficialmente el acta de constitución de la Fundación San Cándido. Cuatro años después, se inauguró el Asilo de San Cándido, como un lugar para el recogimiento de inválidos de trabajo y paralíticos. Esta obra fue financiada por Doña Emilia Herrera Vindel, que en testamento cerrado recoge su voluntad de crear una fundación benéfica particular para Asilo, que se instala en la casa y finca de su propiedad heredada de sus hermanos, Adela y Cándido, en Cajo. Quiso que el Asilo se denominase “de San Cándido”, en memoria de su hermano y de su padre, llamados Cándido, y encargó la gerencia de dicho Asilo a las Hermanas Carmelitas Terciarias Descalzas, posteriormente Carmelitas Misioneras. La casa tenía en un principio capacidad para 22 asilados y era un centro mixto, dejándose después de la Guerra Civil reservado sólo para mujeres.
El 27 de diciembre de 1986, entró en servicio un nuevo edificio anexo con capacidad para 95 residentes, construido por la Fundación Marcelino Botín, en terreno cedido por la Fundación San Cándido. Ya en 2005, la Fundación San Cándido asumió en exclusiva la gestión de la totalidad del centro. En ese mismo año, las Religiosas Carmelitas Misioneras, que desde los orígenes de la actividad y durante 80 años estuvieron al frente de la Residencia, renunciaron a la gerencia del centro, habiendo permanecido en labores de pastoral y voluntariado hasta finales de 2013, cuando dejaron la Diócesis y, por tanto, su presencia en la Fundación, por falta de relevo y la edad avanzada de las Hermanas.
En la actualidad, Fundación San Cándido cuenta con 296 plazas de Residencia y con un Centro de Día, inaugurado en el año 2008 y con capacidad para 80 usuarios. Además, desde 2015, cuenta con Centro de Educación Infantil con 38 plazas, que desarrolla un programa de actividades intergeneracionales, en el que los más mayores comparten experiencias con los más pequeños.