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Electra

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Electra
04-07-2024

Por CLAQUETA

Título: “ELECTRA”

Género: Teatro

Autor: Sofocles  

Versión: Fernanda Oraci

Dirección: Fernanda Oraci

Intérpretes: Javi Ballesteros, Letiacia Etala, Carmen Angulo y Juan Paños

Crítica: La actriz y directora teatral argentina, Fernanda Oraci, autora de la versión y directora de una de las obra señeras de Sofocles, escrita cinco siglos antes de Cristo; por tanto del teatro mundial de todos los tiempos. En su búsqueda de la tragedia, como salida a la soledad de la vida en pandemia, ha descubierto una fórmula para ser representada, que hace siglos la hubiera supuesto ser sacrificada en la hoguera, por sacrílega. Al atentar contra una joya del clasicismo. Y ahora, tras  haber recibido el Premio Godot a la mejor dirección; este pasado lunes, ha obtenido dos premios Max, los máximos galardones teatrales que se conceden en España. Mostrando desde una clásica tragedia griega, esa salida, en la que  muchas veces, desemboca el drama, el humor.

Cuatro magníficos intérpretes  dan una vida cercana a la grandilocuencia, de un texto de extrema potencia dramática. Desarrollándose; si no fuera por algunos aspectos clásicos, que se respetan  en clave de comedia.

 La directora argentina versiona “Electra”, poco menos, que recostándola en el diván del sicólogo, para arrancarla aspectos, identificables con nuestra realidad. Una confesión de parte, que se inicia hace muchísimos siglos atrás, con otros desarrollos humanos, pero a través de la posible repetición de la historia, las identificaciones con personajes de hoy es clara.

Miren como tiene  realismo la aparición del humor. “Electra” centro de la trama de una tragedia a la griega antigua, ni mata, ni muere, es simplemente, por miedo, espectadora. Eso sí, doliente, del  asesinato de su padre Agamenon. Cuando este regresa de la guerra de Troya, provocada por rescatar a su queridísima Elena, liada con el príncipe Páris; a cargo  de su madre Cristenmestra, ayudada por su amante. Por otro lado ésta a su vez muere a manos su hijo, Orestes, al que intentaron dar muerte antes. Terminando la tragedia, no sin antes sufrir un disgusto de la protagonista, por el supuesto violento fallecimiento de su hermano, perpetrando la muerte de su madre de forma un tanto cruel.

Claro esto contado con leguaje de tertulia de café, te hace proferir palabras, frases enteras, cercanas a la sátira; y por tanto acercándonos a lo cómico, sin querer. 

Todo ello en un escenario huérfano de decorados, para no concretar tiempo y lugar, solo las luces crean figuras, creando buen simbolismo. Donde los intérpretes, salvo quien encarna a Electra, están  casi todo el tiempo entre los espectadores, pasándose la palabra en forma de coro a la tragedia griega. Una formula tremendamente teatral a la vez que futurista.

Dos premios MAX la contemplan, realmente merecidos, ya que es difícil crear una evolución de la tragedia, aquella que dio paso, al teatro de escenario, haciéndola vigente en tiempos en los que hablamos de la inteligencia artificial, que pudiera estar obsoleta como nos entretengamos.