La pandemia se cobra otra víctima: dimite el Jemad por vacunarse antes de tiempo
Villarroya se va sin hacer ruido, con unas declaraciones hechas desde la discreción y asegurando que se marcha para evitar que la imagen de las Fuerzas Armadas se empañe
DIARIO CRÍTICO
Como se esperaba desde ayer viernes, cuando se conoció la noticia, ha sido cesado el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya.
O ha renunciado, como prefieran, dentro de las versiones del mismo relato. La realidad es que cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, se enteró por la prensa de esta noticia, poco quedaba por esperar para ver una respuesta firme y contundente del Gobierno.
En el comunicado oficial de Defensa, se asegura que el JEMAD ha tomado "decisiones que considera acertadas y que nunca han pretendido aprovecharse de privilegios no justificables" pero que están "deteriorando la imagen pública" de las Fuerzas Armadas y "poniendo en duda la honradez" del propio general.
Una vacunación polémica más
Eso sí, ese protocolo choca contundentemente contra el espíritu del protocolo nacional de vacunación acordado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, que priorizan la vacunación de los más golpeados por la pandemia, como los ancianos de residencias y los sanitarios.
Villarroya se vacunó la pasada semana junto a otros cargos militares de la cúpula del Ejército. Al contrario de lo que ha sucedido con casos polémicos como varios consejeros de salud, sanitarios jubilados o cargos políticos, en este caso se asegura que las Fuerzas Armadas tienen un cupo asignado y previamente autorizado para uso dentro de sus filas.
Al parecer, en el cupo recibido por el Ejército, también habría grupos prioritarios: su personal sanitario, sus miembros en misiones internacionales y los más mayores dentro de la cadena de mando. Ahí entraría el general Villarroya.
Villarroya fue nombrado jefe de la cúpula militar por Robles en enero de 2020, siendo uno de los primeros nombramientos del Gobierno de coalición.
CONOCIMIENTO DEL HECHO
Una nueva polémica con los vacunados que no forman parte de los grupos prioritarios del protocolo aprobado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Esta vez el señalado es nada más y nada menos que Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, al asegurar que se ha enterado de la noticia por la prensa, ha explicado que solicitará un informe para conocer lo sucedido.
Al contrario de lo que ha sucedido con casos polémicos como varios consejeros de salud, sanitarios jubilados o cargos políticos, en este caso se asegura que las Fuerzas Armadas tienen un cupo asignado y permitido para uso dentro de sus filas, y que el Jemad se habría vacunado dentro de los criterios internos de Ejército. Sin embargo, aún no han llegado vacunas para los cuerpos y fuerzas de seguridad, como policías y guardias civiles.
Pero pese a ser un plan supuestamente oficial y aprobado para las Fuerzas Armadas, Robles ha asegurado que desconocía esta vacunación e insiste en pedir explicaciones.
Al parecer, en el cupo recibido por el Ejército, también habría grupos prioritarios: su personal sanitario, sus miembros en misiones internacionales y los más mayores dentro de la cadena de mando. Ahí entraría el general Villarroya.