Anabel Alonso estrena versión de “La Celestina� en la ciudad donde debutó en una función con accesibilidad para invidentes

22-04-2023

Por Claqueta

Título: “LA CELESTINA”

Género: Teatro

Autor: Fernando de Rojas (novela)

Versión: Eduardo Galán

Dirección: Antonio Castro Guijosa

Intérpretes: Anabel Alonso, José Saiz, Víctor Sainz, Claudia Taboada, Beatriz Grimaldos y David Huertas

Salas: Pereda

Crítica: Nuevo estreno de una obra genial, de nuestro teatro  clásico. Aun siendo una novela, su importancia en la escena es tan grandiosa, que se la tiene  como una de las mejores piezas de la historia de Talía. De la talla de “Fuenteovejuna”, “El Alcalde de Zalamea” o “El Gran Teatro del Mundo”, por citar tres ejemplos; y como obra literaria, muy cerca de, “Don  Quijote de la Mancha”.

La protagonista, pieza fundamental de la tragedia, llena de requiebros, ha sido Anabel Alonso. Estrella del cine español, que en su nueva producción teatral, se sale de su género habitual, en las tablas,  así como mayormente en cine  y tv, este último medio, actuando también como presentadora, que es la comedia. Para pasar a un personaje mordaz,  trágico e intenso, del que hace una autentica creación. Un papel que atrae a un cuadro de honor a cada actriz que la representa, La ultima vez para mi, también fue en la sala Pereda, con, Genma Cuervo. 

Con Anabel, Celestina la meretriz, no es solo  la manipuladora propietaria de un prostíbulo que lleva, como anécdota principal del argumento  la tragedia, a la amorosa pareja, que forman Calixto y Melieva  (Por cierto que muchas de las adaptaciones  llevan el  sobretítulo de “La tragedia de Calixto y Milebea”). Le da tal vida, que la humaniza, resaltando con talento interpretativo, los matices de un personaje, que el tiempo  ha convertido arquetipo. Incluso cuando una mujer se mete a organizar parejas, o simplemente vive de hacer contactos sexuales, se la denomina, “Una celestina”

En este sentido la actriz, vasca, que debutó profesionalmente, en el Teatro Coliseum de Santander, con una obra de Dario Fo, dirigida por el cántabro, Román Calleja, con la que recorrió España, consigue que entremos en la disyuntiva de si es la culpable de la tragedia o simplemente un producto de la moral, casi siempre inmoral de la época. Que incluso también puede ser víctima y menos verdugo. Estos y otros matices La Alonso  nos los va desgranado a través  de un estilo de interpretación muy personal.

La versión del autor teatral, Eduardo Galán, que recientemente ha firmado otra  exitosa adaptación sobre “Lo Pazos de Ulloa”, siendo la segunda en llevar a cabo la de esta obra, ha querido sacar, no solo  una joya literaria adelante, sino todo un mensaje, que partiendo, haciéndonos ecos de sus propias palabras, de una obra de hace siglos, se plantee un drama sobre los malos tratos. Que hoy, en 2023, esta  desgraciadamente muy de actualidad la violencia machista. Sin olvidar la critica a una existencia talibán de las familias de la época.

Una versión reducida a una hora cuarenta y cinco minutos, pero que mantiene la esencia de situaciones  y diálogos destacados del drama. A los que da un tono un tanto cinematográfico, acentuado, aunque no solo, por la formula de flax beck. Con una técnica muy depurada, de contar en teatro. La decena o docena de personajes, que serian necesarios, aquí solo son seis, cuatro de los intérpretes doblando. Magníficamente resuelto por  actores y actrices de la compañía. De los que me permito destacar, entre lo muy destacable, al actor protagonista del criado Sempronio y del padre de Melibea

Por ello, Antonio Castro Guijosa, hace un montaje muy descriptivo a la vez que esquemático, con estructuras modernistas con alegoría a escenarios  antiguos. Acentuando las escenas clave de la historia. Mostrando toda la fuerza dramática, a veces satírica del texto. Para mí, me atrevo a decir que es la mejor versión de “La Celestina”, que he visto.

Por cierto, con la representación de  esta versión de “La Celestina. La vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, junto a la ONCE ha facultado, que por primera vez se hayan hecho representaciones teatrales accesibles para invidentes.