Diario Digital controlado por OJD

Francisco Huerta, bibliófolo: por el turismo de interior

Colaboró en los periódicos El Complutense y El Eco de Alcalá, Flores y Abejas y La Colmena de Guadalajara, El Heraldo de Madrid, El Imparcial y El Liberal de Madrid, donde usó los seudónimos de Dr. Brigo y H. de A.

Enviar a un amigo
Francisco Huerta, bibliófolo: por el turismo de interior
17-06-2020

Muchos comienzan ya a preparar sus vacaciones y llega el eterno dilema entre playa o montaña. Las dificultades que, tras la pandemia, plantean los baños en el mar y tomar el sol en la arena hace que muchos se planteen el turismo de interior como una opción para este verano, y Francisco Huerta y Calopa fue uno de los pioneros en este sector.

Nacido en Alcalá de Henares, estudió Derecho en la Universidad Central de Madrid y volvió a su ciudad natal para dedicarse a la abogacía, aunque, atraído por el periodismo, también publicó en varios medios locales y fundó su propio periódico. En 1930, como precursor del turismo en Alcalá, fundó el conocido como Sindicato de Iniciativas Turísticas y Atracción de Forasteros, que instaló casetas informativas en algunas ferias locales y realizó postales del grabado del paraninfo de la universidad que había hecho el pintor Pérez Villaamil, con el objetivo de atraer los primeros turistas a la hoy ciudad Patrimonio de la Humanidad.


Huerta y Calopa, Francisco. Alcalá de Henares (Madrid), 29.I.1869 – 15.VII.1939. Abogado, periodista, bibliófilo.

Hijo del alcalde de Alcalá de Henares (Madrid) Félix Huerta y Huerta y de su mujer Antonia Calopa Albareda. Estudió el bachillerato en el colegio que los escolapios instalaron en el colegio mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalá, y la carrera de Derecho en la Universidad Central de Madrid. Durante toda su vida permaneció soltero.

Dotado de un carácter enérgico y apasionado, fue un celoso profesional del derecho, infatigable defensor de los intereses de todos los estamentos relacionados con el libro, por lo que fue nombrado abogado del Gremio de Libreros de Madrid. Poseyó la mejor biblioteca y hemeroteca de Alcalá de Henares y organizó en 1939 una magna exposición con fondos propios en el salón de San Diego del palacio arzobispal complutense, donde expuso obras impresas por Estanislao Polono, Arnaldo Guillén de Brocar, Miguel de Eguía, Juan Brocar, Juan de Mey, Andrés de Angulo, Juan Gracián y otros importantes impresores de los siglos xvi, xvii y xviii. Publicó como bibliófilo un opúsculo titulado La Imprenta en Alcalá de Henares.

En 1890, 1901 y 1902 fue presidente de la Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron Universidad, juez municipal y encargado del Registro Civil de Alcalá de Henares. En 1895 fue nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, siendo ratificado el 31 de marzo de 1933.

Atraído por el periodismo, fundó en 1899 El Heraldo de Alcalá, que dirigió desde el n.º 2 al 12 en mayo de aquel mismo año, en que dejó de publicarse. En ese tiempo organizó la Junta Gestora del Monumento a Cisneros, que culminaría con la colocación de la estatua del cardenal, obra del escultor malagueño José Vilches, en el patio mayor de escuelas del colegio de San Ildefonso, Universidad de Alcalá.

En abril de 1902 comenzó a publicar en Alcalá de Henares un nuevo periódico, El Eco Complutense, cuya vida quedó interrumpida en agosto de 1910 por una demanda del oratoriano Francisco María Arabio Urrutia contra un artículo publicado en dicho periódico por José María Vicario. Francisco Huerta, como director del periódico, asumió su responsabilidad, lo que le valió la suspensión de El Eco Complutense y el destierro a Madrid, donde también estaba colegiado como letrado. Pese a todo, aún publicaría dos números más: uno en mayo de 1930 con motivo de la inauguración de la Hostería del Estudiante, la restauración del Patio Trilingüe y Paraninfo de la Universidad de Alcalá, y otro en abril de 1931 con motivo de su fallida presentación como diputado a Cortes por el Partido Liberal Agrario.

Colaboró en los periódicos El Complutense El Eco de Alcalá, Flores y Abejas La Colmena de Guadalajara, El Heraldo de Madrid, El Imparcial El Liberal de Madrid, donde usó los seudónimos de Dr. Brigo H. de A.

En 1905 era tesorero del Colegio de Abogados de Alcalá de Henares, siendo miembro de la Junta de los Colegios de Abogados de Alcalá y Madrid y síndico presidente del Gremio de Abogados de Madrid. En 1931 ingresó como socio de número en la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.