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La fundación Franz Weber considera “lamentable” el desfile de dromedarios de Torrelavega

Fundación Franz Weber advierte que se traslada una imagen irreal de lo que supone la fauna silvestre en cautividad

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La fundación Franz Weber considera “lamentable” el desfile de dromedarios de Torrelavega
03-01-2023

La Fundación Franz Weber considera que el desfile de dromedarios de este lunes en Torrelavega fue un espectáculo “lamentable” que solo contribuye a cosificar a los animales como simples objetos de pasatiempo. 

Los naturalistas señalan que esta actividad es fácilmente sustituible por la contratación de compañías teatrales con un bagaje mucho más amplio en actividades dirigidas al público infantil, en lugar de seguir contratando a la misma empresa para pasear a dromedarios por las calles del municipio. 

Así, mencionan las cabalgatas y “recepciones” que cada vez más Ayuntamientos organizan en sus instalaciones públicas para contribuir a generar ilusión y buena respuesta de las niñas y niños, acompañadas de actividades de ocio responsables con el Medio Ambiente. 

Frente a estas acciones de consistorios como Valencia, Vigo, A Coruña o Zamora, entre otros ejemplos, en Torrelavega se apuesta por gastar miles de euros en un desfile que acaba generando una imagen negativa del municipio a causa de las quejas crecientes por el uso de animales vivos. 

Las cabalgatas con animales crean una imagen distorsionada de la real a la ciudadanía, en especial los más pequeños, ya que identifican que un dromedario o un reno puede transitar por una zona urbana, soportando bullicio, música alta y condiciones alejadas de sus hábitats naturales. 

La ONG naturalista insiste en que la posición de Torrelavega solo alienta un negocio de alquiler de animales y debilita el trabajo que decenas de organizaciones realizan para la sensibilización sobre la empatía y respeto hacia los mismos, también en los esfuerzos verdaderamente conservacionistas. 

Ha preocupado también el hecho de que menores de edad pudieran tocar y llevar la guía de los animales durante el recorrido, siendo expuestos a cualquier incidente, como una posible reacción adversa de los mismos. Se preguntan desde la entidad internacional si el Ayuntamiento estaba al tanto de estas prácticas y si el ejecutivo regional autorizó algún tipo de interacción, o si los menores contaban con algún tipo de protección.