La guerra de nuestros antepasados
POR CLAQUETA
Título: “LAS GUERRAS DE NUESTROS ANTEPASADOS”
Género: Versión teatral de una novela
Autor: Miguel Delibes
Adaptación: Eduardo Galán
Dirección: Claudio Tolcachir
Intérpretes: Carmelo Gómez y Miguel Hermoso
Sala: Pereda
Crítica: Volver a encontrase, aunque sea en un escenario, con Miguel Delibes, siempre es una regalo. El novelista y periodista castellano, notario de las vivencias y del paisaje rural de su tierra, se muestra en esta obra, en un doble papel; el de testigo de las personas que brotan de su tierra castellana, nobles y singulares, pero muy machos o muy maternales, según sexos. Frente a la presencia, igualmente como personaje, del autor, encarnado en el médico del penal, donde se desarrolla la raíz del conflicto dramático.
Delibes, en sus relatos, con un personal intimismo en los seres de la trama argumental, frente a la espectacular descripción de ambientes, plantea interrogantes. A nosotros, el primero es, cómo un personaje, sufriendo pena de prisión por un doble asesinato, uno fuera del penal, otro dentro, le llama, Pacifico Pérez. Con ello demuestra las dobles apariencias de cualquier tipo de retrato humano, así como del guión de la historia, que se cuenta .La violencia encarnada, en el orgullo de haber participado en las diferentes guerras de nuestro país. Desde el visa abuelo, pasando por el abuelo, hasta llegar a su padre, a los que a pesar de su innata bondad, Pacifico está obligado a perpetuar
Eduardo Galán, el adaptador teatral, segunda realizada de esta novela, basa el principal, en el dialogo de Pacifico con el doctor. Ello eleva la importancia en el comportamiento de los dos protagonistas de la función, Carmelo Gómez, realmente genial y de Miguel Hermoso, el doctor, en una línea naturalista, de hombre culto, conduciendo perfectamente, desde adentro, la acción. Intentando salvar de la pena de muerte a un hombre enfermo de tuberculosis, presuntamente autor de dos asesinatos, mediante una investigación producto de una entrevista.
La portada del programa, un tronco, ofrece todo el simbolismo planteado por, Miguel Delibes, en esta su novela, ceñida para el desarrollo escénico en dos personajes. Un tronco al que Pacifico se aferra, sin saber el espectador, en un principio, si es culpable o no. Haciéndolo para mostrar, a pesar de sus miedos parte del mismo. De alguna manera el también es protagonista de una guerra como la de sus antepasados.
Insistimos, Carmelo Gómez, hace un trabajo interpretativo imponente, insuperable. Con que gracia se expresa, como un pueblerino, ofreciendo la mejor interpretación posible de, por otro lado, un gran personaje. Además de impresionante la demostración física de un enfermo pulmonar.
Claudio Tolcachir logra con el planteamiento de una escenografía esquemática, diversos cajones de diferentes tamaños, muy sugerentes, con personalidad la celda de una cárcel. Manteniendo una profunda tensión dramática unas veces, otras cómicas, arrebatando risas.
Autor, personajes con encarnadura, tratamiento sincero, han protanizado una muy interesante velada teatral.