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La hipermetropía, un problema del Espacio y de la Tierra

La agencia espacial estadounidense lleva observando esta alteración visual desde el año 2009

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La hipermetropía, un problema del Espacio y de la Tierra
03-10-2019

Al astronauta estadounidense Michael Barratt le bastó una estancia de seis meses en la Estación Espacial internacional para empezar a sufrir ciertos problemas de visión. En concreto, se percató de que tenía dificultades para enfocar los objetos cercanos, lo que se conoce como hipermetropía. Al parecer, este problema se debe a un síndrome que los expertos han bautizado como Deficiencia Visual de la Presión Intracraneana (DVPI) y que se da habitualmente en los astronautas.

En general, la estancia en el espacio tiene más consecuencias en el ámbito físico, pues las condiciones de ingravidez comportan una pérdida de masa ósea y muscular, trastornos circulatorios e incluso descoordinación motriz.

Globo ocular aplanado

El síntoma ocular más común observado en los astronautas es la hipermetropía —es decir, problemas de visión a distancias cortas—, pero no es el único problema relacionado con la visión que suelen presentar, pues los astronautas también acaban desarrollando cambios estructurales en el globo ocular. Al parecer, la pared posterior se aplana, el nervio ocular adquiere protuberancia e, incluso, en los casos más graves, es posible que se produzca un edema del disco del nervio óptico.

La agencia espacial estadounidense lleva observando esta alteración visual desde el año 2009. Y, tras una década de estudio, la Universidad de Miami (Florida) ha llegado a la conclusión de que este problema visual podría deberse a un cambio en el volumen del fluido cerebroespinal del astronauta.

En cualquier caso, y sin necesidad de ir a la Luna, la hipermetropía es más común de lo que pensamos aquí en la Tierra. De hecho, el 75 % de los niños recién nacidos son hipermétropes, pero esta alteración visual suele subsanarse por sí misma con el crecimiento del ojo. Es cierto, no obstante, que ciertas personas llegan a la vida adulta sin que este defecto visual se haya corregido.

Así, es posible hablar en España de regiones como la Balear donde el 12,1 % de su población reconoce padecer problemas de hipermetropía. No es la única, pues en Murcia es posible hablar de un 11,7 % y en Castilla y León el porcentaje llega al 11,4 %. En Cantabria, nos situamos en medio de la tabla con un 7,9 %. Además, este problema resulta un poco más común entre las mujeres con un 12 % de afectadas. Por su parte, los hombres se quedan en el 10 %.

¿Y qué hacer al respecto? Por ahora los astronautas deben esperar a que los científicos encuentren una solución al problema derivado de su aventura espacial. Mientras tanto, aquí en la Tierra, las personas que padecen hipermetropía recurren a las gafas para compensar este defecto y, cada vez más, hay más personas que se decantan por una cirugía ocular.