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Maestro, el herido de Reinosa, por el pistolero al que se ha aplicado la eutanasia

Carlos Flores, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia apunta cómo «lo primero sería comprobar si el interesado cumple, realmente, con las exigencias recogidas en la Ley de Eutanasia que tiene sus propias restricciones».

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Maestro, el herido de Reinosa, por el pistolero al que se ha aplicado la eutanasia
24-08-2022

EN FACEBOOK  se ha distribuido foto y este texto que reproducimos a continuación en el muro de Emilio Zubizarreta, persona muy conocida en la capital campurriana, La nota dice lo siguiente: "Jose Manuel Maestro, campurriano criado en el barrio de los encuentros de Reinosa, pisos de Vejo, se encuentra muy grave tras el disparo en la sede de Securitas de Tarragona donde es Gerente de dicha empresa. Todo nuestro apoyo y deseando se recupere pronto de ese disparo a manos de un extrabajador despedido de dicha empresa. Noticia aparecida en los medios de comunicación nacional. Recuperate pronto amigo". Ahora, con motivo de la aplicación de la eutanasia a su atacante, reproducimos la información para recordar hecho que tuvo, en su momnto, alcance de tragedia.

Este comentario de Emilio Zubizarreta ha generado casi un centenar de comentarios de personas que conocen o sienten solidaridad con José Manuel Maestro, con expresiones de ánimo y la confianza de que saldrá adelante.

Según los hechos un hombre irrumpió en la empresa de seguridad en la que trabajaba hasta hace poco en la localidad de Alcover, en Tarragona, y ha disparado con una pistola contra el jefe y dos de los empleados, dejando a uno en estado crítico y a dos heridos muy graves. El autor de los disparos ha sido detenido esta tarde.

En las últimas horas se ha sabido que el autor de los disparos estuvo de baja por un problema físico, «era una persona solitaria, que siempre hablaba mal de Securitas y que estaba obsesionado con que la empresa no supiera que tenía armas»

DETENIDO ESTA TARDE

El Grupo Especial de Intervención (GEI) ha abatido y detenido al vigilante de seguridad que este martes por la mañana disparó al gerente de la empresa para la que trabajaba, Securitas, y otros dos compañeros en Tarragona, después de amenazarlos por correo electrónico. El inicio del mensaje rezaba «Felices fiestas, cabrones, ladrones y racistas», con el que adjuntó dos fotografías con armas de fuego en ambas manos. Además de los tres empleados, el hombre, de origen rumano, también ha herido de bala a un agente de la policía catalana que, de paisano, le dio el alto en una rotond

Los Mossos desplegaron un dispositivo por toda la ciudad para tratar de detener al atacante, de 45 años, que huyó del lugar del suceso, la sede de Securitas en la plaza Prim, en un vehículo Citroen Xsara.

El suceso se produjo pasadas las 11.15 de esta mañana, cuando el 112 recibió una alerta por los disparos. Tras atrincherarse en una masía de las afueras de Riudoms, el GEI lo ha neutralizado de un disparo en las piernas y otros dos más en los brazos. Tras ello le han realizado un torniquete, y ya está formalmente detenido, e ingresado en estado crítico en un hospital de Barcelona

Ha sido tras herir de bala en el estómago y en el pecho al gerente, así como a otros dos empleados, un hombre y una mujer, cuando el vigilante se ha montado en su coche y, tras toparse con un control policial, ha disparado contra el mosso, que se encuentra grave, pero su vida no corre peligro.

Hasta el lugar del suceso se han desplazado varias dotaciones del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que han trasladado a los otros tres heridos de bala a centros hospitalarios. Uno está en estado crítico -el gerente- y los otros dos, graves.

Fuentes de la empresa trasladan a este diario que el sospechoso no solo había amenazado a empleados de Tarragona, sino también a personal de Securitas en Barcelona, concretamente, de recursos humanos. Por este motivo, temían que el hombre pudiera desplazarse hasta la capital catalana «para cumplir sus amenazas».

Finalmente, no ha sido así. El dispositivo jaula de los Mossos ha hecho que el atacante se atrincherase en una caseta a las afueras de un municipio a 20 kilómetros de Tarragona. Allí permaneció durante unas horas, armado, con abundante munición y un chaleco antibalas.

Los Mossos ha intentado negociar con él para que se entregase, pero las gestiones han resultado inútiles. Finalmente, los agentes del GEI han conseguido neutralizarlo tras un tiroteo, pasadas las 16:45 de la tarde. Tras ello, han asistido al pistolero, ya detenido.

En una atención los medios, el comisario jefe de Tarragona, Josep M. Estela, ha indicado que se trata de "una persona muy peligrosa, tanto por la cantidad de armas que portaba -cinco, aunque no lo ha confirmado-como por la manera de actuar", contra la policía.

DILEMA JURÍDICO INÉDITO

 

Se plantea un dilema jurídico inédito en nuestro país por el que una juez, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona, tendrá que decidir si prioriza el derecho a morir del denominado 'pistolero de Tarragona', en base a la Ley de la Eutanasia, o el de la tutela judicial efectiva para las víctimas. Marin Eugen Sabau, preso de 46 años y origen rumano, sufre una lesión medular irreversible tras recibir un disparo de dos agentes de los Mossos d'Esquadra -que también resultaron heridos durante su detención el pasado mes de diciembre- cuando se tiroteó a tres empleados en la sede de la empresa de seguridad en la que trabajaba, para luego darse a la fuga y atrincherarse en una masía de Riudoms (Tarragona). Durante su huida lesionó a dos policías y, actualmente, se encuentra en prisión preventiva por orden judicial en el Hospital Penitenciario de Tarrasa.
Sabau ha solicitado acabar con su vida y el médico que lo atiende ha aceptado iniciar el proceso necesario tras valorar la situación de dependencia permanente en la que se encuentra sumido y los graves dolores que padece. Mientras, el abogado de uno de los agentes heridos trata contrarreloj de paralizar la petición del preso y que sea juzgado por los delitos cometidos.
La situación no cuenta con precedentes en España y los expertos consultados por El Debate plantean múltiples interrogantes sobre el alcance de una medida, la eutanasia, que, si bien atiende en su origen a «una fuga vital» se convierte, en este caso, también, «en una fuga carcelaria, impidiendo que se juzguen graves delitos y provocando que las víctimas pierdan su derecho a ser indemnizadas». Así lo apunta Javier Borrego, exmagistrado del Tribunal Supremo, para quien «la eutanasia es un derecho personalísimo pero, aquí, quien la pide está en prisión provisional». Si a Sabau no se le juzgase, en su opinión, «a la sociedad se la estaría privando de la aplicación de la Justicia en la presunta comisión de varios delitos contra agentes de la autoridad» que, en la mentalidad anglosajona, por ejemplo, «son muy graves».

Por su parte Carlos Flores, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia apunta cómo «lo primero sería comprobar si el interesado cumple, realmente, con las exigencias recogidas en la Ley de Eutanasia que tiene sus propias restricciones». Ya que la norma «sólo la consiente si el interesado sufre una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante en los términos establecidos» y, en todo caso, «certificados por el médico responsable». En caso positivo, «el derecho a la tutela judicial efectiva de las víctimas sólo resulta válido cuando el procesado está vivo ya que la muerte, sea cual sea su causa, extingue la responsabilidad penal».

«Ahora bien», añade Flores, «en este supuesto el inculpado está en manos de la Administración Penitenciaria. ¿Tiene ésta el deber de mantenerlo con vida?. Hasta la entrada en vigor de la Ley de Eutanasia sí, pero a partir de la misma el procesado, en tanto que ciudadano, cuenta con el derecho a solicitar que se le ayude a morir». Y, así las cosas, «siendo un caso completamente novedoso» con múltiples derivadas, el catedrático valenciano no encuentra «en base a qué argumento la Administración competente podría limitarlo».
El fiscal Salvador Viada comparte planteamiento con algunos otros magistrados consultados para quienes «en tanto en cuanto el derecho a morir es un derecho personalísimo», a partir de «una lectura trasnversal de la Ley de Eutanasia», se inclinan a pensar que «la oposición de terceros no tiene relevancia en este tema». Esto es, si «no la tiene cuando quien se opone son los familiares, padres, hijos, cónyuge, ...» del solicitante, difícilmente la tendrá la posición de los «posibles acreedores» del preso, sus víctimas.

«No puede esquivar el juicio»

La acusación particular ejercida por uno de los policías heridos, representado por José Antonio Bitos, ha presentado ya un escrito al juzgado en el que pide que se emita una «orden urgente» al centro hospitalario para que «cese de cualquier actividad» encaminada a llevar a cabo la eutanasia hasta que no se dicte sentencia. Ya que, a su juicio,«no puede en modo alguno decidir sobre la vida de un investigado internado por orden judicial».
No en vano, para la acusación particular, el objetivo de la prisión provisional «no es otro que dejar a disposición judicial a un investigado o procesado y practicar la eutanasia por quien tiene la obligación de asegurar que el reo esté a disposición del tribunal es de forma palmaria una decisión injustificable».
«Un asesino, o presunto en este caso, no puede esquivar ni el juicio ni una condena mediante una eutanasia», sino que corresponde a la juez adopta«todas las medidas protección necesarias para evitarlas», añade el escrito. Un texto donde, además, se señala cómo el juzgado competente para conocer del caso tiene la responsabilidad de «proteger la vida del investigado, sin más». En este caso «prima el derecho fundamental a la tutela efectiva de las víctimas, que pasa por que se juzguen unos hechos y obtener una sentencia sobre el fondo», sostiene el abogado de los Mossos afectados.