SANTIAGO, PATRÃ“N DE ESPAÃ‘A

Por JOSÃ‰ ANTONIO CARMONA GUILLÃ‰N

Santiago ApÃ³stol, el Mayor, San Jaime, Sant Yago, San Jacobo, son los nombres por el que es conocido uno de los apÃ³stoles favoritos de Jesucristo, hijo de Zebedeo y SalomÃ©, hijo del trueno, hermano de Juan evangelista, recorrerÃa los caminos romanos de EspaÃ±a predicando y convirtiÃ©ndose en su protector.

Desembarcado en CÃ¡diz pasarÃa por Granada para llegar a Caesar Augusta (Zaragoza) y desde aquÃ llegarÃa a Galicia para retornar a Zaragoza, donde no obtendrÃa la acogida esperada.

Estando orando a orillas del Ebro, en los lÃmites de la ciudad, se produjo la Ãºnica apariciÃ³n de la Virgen en carne mortal, ya que en esas fechas MarÃa residÃa en JerusalÃ©n. Se le presentÃ³ sobre una columna y le pidiÃ³ la erecciÃ³n de una iglesia y que despuÃ©s volviese a JerusalÃ©n.

La iglesia fue construida y hoy (con otra arquitectura pero en el mismo lugar) se conoce como BasÃlica de Nuestra SeÃ±ora del Pilar, centro de peregrinaciÃ³n de Ã¡mbito mundial y que durante la guerra de 1936 fue bombardeada sin que las bombas explosionasen. Hoy se exponen las tres bombas en el interior de la BasÃlica. Al igual que se pueden contemplar las distintas banderas de los paÃses hispanoamericanos. No en vano su festividad se celebra el 12 de octubre, primer contacto de EspaÃ±a con el Nuevo Mundo.

Santiago vuelve a Israel y visita en Efeso a la Virgen quien le predice que su final estaba prÃ³ximo y que serÃa en JerusalÃ©n. Detenido con sus discÃpulos es llevado al Calvario donde fue decapitado, convirtiÃ©ndose en el primer ApÃ³stol MÃ¡rtir. Sus conversos lo trasladarÃan mÃ¡s tarde, por mar, a Iria Flavia.

Por las CrÃ³nicas Najerenses conocemos las campaÃ±as de Ramiro I contra los mulsumanes y por las de AbderramÃ¡n II sabemos de las batallas contra los moros cerca de Ãlava, ambas coinciden en las luchas encarnizadas en la zona que hoy denominamos La Rioja.

Por esas mismas CrÃ³nicas sabemos de las campaÃ±as que se desarrollaron y que el rey asturleonÃ©s OrdoÃ±o I (855-66) hijo de Ramiro I cercÃ³ la ciudad de Albelda estableciendo su base en el Monte Laturce lugar donde se sitÃºa la batalla de Clavijo, batalla que sigue siendo celebrada como un elemento de conformaciÃ³n de la historia nacional espaÃ±ola. Los hallazgos arqueolÃ³gicos encontrados no dejan lugar a dudas.

MÃ¡s tarde Enrique IV (1454-74) crearÃa el Ilustre Solar de Tejada y los monarcas posteriores lo mantendrÃan hasta la actualidad.

Lo cierto es que desde el siglo IX los distintos reyes de la Reconquista reconocieron al apÃ³stol Santiago como patrÃ³n de EspaÃ±a, Galicia Campus Stellae (Compostela), tendrÃa el honor de guardar sus restos pero serÃa el patrÃ³n de toda EspaÃ±a, y asÃ establecieron el Voto de Santiago, consistente en que las tierras reconquistadas debÃan hacer todos los aÃ±os una ofrenda obligatoria de bienes a la Catedral de Santiago, en agradecimiento por la intercesiÃ³n del ApÃ³stol. Las Cortes EspaÃ±olas establecieron en 1646 que ese Voto fuese ofrenda de los reyes, prÃncipes y del arzobispo compostelano a la Iglesia del ApÃ³stol, y asÃ sigue haciÃ©ndose simbÃ³licamente aÃºn hoy, por el Rey o por su Delegado Regio durante la misa solemne del DÃa de Santiago. DÃa de precepto en toda EspaÃ±a para la Iglesia CatÃ³lica.

El descubrimiento de la tumba del ApÃ³stol produjo desde el principio una serie de peregrinaciones que dieron lugar a los distintos caminos europeos hacia Santiago. Â¿QuiÃ©n no conoce en ParÃs la Porte St. Jacques punto de partida hacia Compostela? O la serie de templos dedicados al Santo en los distintos lugares del Camino. Caminos que han seguido ampliÃ¡ndose en su nÃºmero, el Ãºltimo que sepamos arranca de la iglesia de Santiago en Madrid y sus recorridos se siguen realizando en nuestros dÃas a pie, a caballo o en bicicleta. Los caminos que siguieron vÃas marÃtimas parecen menos activos.

Pocos aÃ±os antes, en 1630, fue el papa Urbano VIII quien declarÃ³ al apÃ³stol Santiago Ãºnico patrÃ³n de EspaÃ±a, contra el parecer de algunos que querÃan que declarase tambiÃ©n a santa Teresa de JesÃºs copatrona.

Lo cierto es que durante toda la Reconquista los cristianos siempre imploraron la ayuda del ApÃ³stol. Y ello tanto por los pertenecientes a la Corona de AragÃ³n como a la de Castilla sin olvidar el Reino de Navarra. ObsÃ©rvese el nombre del rey que reconquista por segunda y definitiva vez Valencia o los nombres de los reyes del Reino de Mallorca y, en nuestros dÃas, el nombre de la plaza barcelonesa donde tienen sus sedes tanto el gobierno regional como el municipal.

Cuando la Corona de Castilla, (desde GuipÃºzcoa a Canarias y de Finisterre a Murcia), atraviesa la Mar OcÃ©ana para llegar a las Islas o a Tierra Firme y comienzan las fundaciones de ciudades, hospitales, escuelas, universidades, etc. el de Santiago se esparce por todo el Nuevo Mundo y se puede afirmar, sin temor a error, que no hay paÃs hispanoamericano en cuya toponimia no figure el nombre de Santiago. AhÃ estÃ¡n Santiago de Cuba, de Chile, de los Caballeros, del Estero, de Nuevo LeÃ³n, de Guayaquil, de Antioquia, de Veraguas, de la Vega, de Pupuja, de Cotagaita, ... la lista se harÃa interminable hasta llegar a Santiago de LeÃ³n de Caracas, es decir a la ciudad con apellidos paterno y materno Â¿quÃ© pensaran las feministas actuales?

Otra caracterÃstica es que esa toponimia se produce en cada estructura administrativa de la EspaÃ±a Americana, siglos XVI-XVIII, y que curiosamente mÃ¡s tarde coincidirÃan con las fronteras de las actuales repÃºblicas, salvo en el caso excepcional de Bolivia y por las razones conocidas.

MÃ¡s tarde, ya en el siglo XX, la ConstituciÃ³n de 1978 permite, que no obliga, a constituirse en Comunidades AutÃ³nomas. Pero a la hora de delimitarse Ã©stas en vez de buscar la uniÃ³n de provincias o comarcas con caracterÃsticas socio-econÃ³micas semejantes y que permitiesen el desarrollo de las mismas, lo hacen retrotrayÃ©ndose a Ã©pocas medievales. Algunas no pasaron de simples seÃ±orÃos o condados pero hoy se autodefinen como naciones y para distinguirse de la Ãºnica naciÃ³n como tal deciden no festejar al Santo PatrÃ³n. En el calendario de 2016 solo la festejan PaÃs Vasco, Navarra, Madrid, La Rioja y Galicia. Â¿CÃ³mo es posible que en AragÃ³n, la tierra de la Pilarica, no sea festivo el dÃa de Santiago? Pero Â¿a quiÃ©n se apareciÃ³ la SantÃsima Virgen? O Â¿QuÃ© la Comunidad de Castilla-LeÃ³n por donde transcurre la mayor parte del Camino lo ignore?

En los comienzos del siglo XII se crea la Orden de Santiago, en un principio tendrÃa carÃ¡cter religioso y mÃ¡s adelante aÃ±adirÃa el militar. Quevedo, VelÃ¡zquez, y tantos otros pertenecieron a la misma y lucieron sobre su pecho la cruz de la Orden, basta una pequeÃ±a visita al Museo del Prado. Junto con las de AlcÃ¡ntara, Calatrava y Montesa constituyen las Ordenes Militares.

Santiago ha sido y es el patrÃ³n de la CaballerÃa EspaÃ±ola, en un tiempo existiÃ³ la DivisiÃ³n de CaballerÃa. Hoy ignoro si en la estructura militar se mantiene, lo que si sÃ© que las Ãºltimas estrofas de su himno reza:

Brigada heroica, la Patria espera,

que tus jinetes defiendan tu bandera,

sables bizarros, bravos lanceros,

que en el combate luchÃ¡is tercos y fieros.

Vais a la muerte con alegrÃa

con el galope de la CaballerÃa,

y un grito pone fin a la hazaÃ±a

con nuestro lema:

Â¡Santiago y cierra EspaÃ±a!