TRANQUILOS, QUE TODO VA A SALIR BIEN
Por ESTHER RUIZ
Acaba de empezar 2021 y ya estamos deseando que termine... Después de Filomena llegó o está llegando Gaetan. Resulta que no podemos viajar ni ver a los nuestros pero aquí no dejan de venir allegados incómodos y parece ser que después de congelarnos ahora nos van a dejar empapados. Y a esto le sumamos que después del susto de la “cepa británica”, ahora llegan las “cepas brasileña y sudafricana” y esto si que es como para echarse a temblar y más cuando le restan importancia los que de verdad se la tienen que dar.
Y a eso le sumamos el susto de ayer. A Madrid y a España entera se le volvió a encoger el corazón por culpa de una explosión de gas en pleno centro de la ciudad que una vez más tiñó de tragedia el día y que trajo a nuestra memoria los peores momentos de nuestra historia, los atentados. Viendo las imágenes desoladoras, parece casi milagroso que no haya muchos más muertos y más aún, habiéndose producido al lado de un colegio y de una residencia de ancianos, esos si que son unos auténticos supervivientes al virus y a la explosión. Después de un año durísimo los servicios de emergencia han vuelto a demostrar su admirable heroicidad.
Y una vez más batimos récord de contagios, en tan sólo 24 horas se superaron los 41.000 y 464 fallecidos, números que ya escuchamos sin inmutarnos, parece que aunque no somos inmunes al virus sí lo somos a la muerte. Y entre tanto, los negocios cerrando, la hostelería sobreviviendo como pueden sin saber cuánto van a aguantar, los ertes convirtiéndose en eres y la economía cayendo en picado, parece que lo único que sube es la luz, los impuestos, las cuotas de los autónomos... y la incertidumbre.
Hoy es un día de esos en los que lo que verdaderamente necesitamos es un abrazo. Ese que tanto añoramos, ese por el que suspiramos, ese que te reconforta, ese que te llega al alma, ese que te calma, ese en el que descansas, ese en el que sientes el otro corazón, ese que no quieres que se acabe nunca, que sea infinito. Ese abrazo que te cura, ese que te da paz, ese en el que te sientes a salvo, ese que te dice: “Tranquila... pasará y todo va a salir bien”