Editorial de Cantabria24horas.com

CRECE EL DESEO DE ACUDIR A LAS URNAS

UNIDAD CONSTITUCIONALISTA FRENTE AL NACIONALISMO

Las piedras, los insultos y los abucheos con los que fue recibido ayer Albert Rivera en Alsasua son la evidencia de que la intransigencia nacionalista continÃºa actuando impunemente en algunos lugares de EspaÃ±a. Los nacionalistas radicales pretendieron apropiarse de la calle mostrando su cara mÃ¡s violenta y agresiva. Como recordÃ³ ayer el lÃder de Cs, solo la unidad de los constitucionalistas podrÃ¡ frenar el empuje conjunto del nacionalismo y el populismo. MÃ¡s allÃ¡ de sus intereses electorales, PP, Cs y Vox -solo si Santiago Abascal no incurre en excesos- deben permanecer unidos en la defensa del modelo de convivencia que todos los espaÃ±oles se dieron hace 40 aÃ±os.

EL MUNDO 3. Editorial

INEXPLICABLE AUSENCIA DEL PSOE EN ALSASUA

El acto de ayer en Alsasua fue un ejemplo cÃvico en defensa de la EspaÃ±a constitucional y de la Guardia Civil. Por eso, no solo es inexplicable la ausencia del PSOE, sino la reacciÃ³n de los socialistas condenando una convocatoria pÃºblica y ejemplar a favor de las libertades y la convivencia. Escandalizan las declaraciones del socialista Ander Gil descalificando la manifestaciÃ³n y a quienes participaron en ella, y ponen de manifiesto cÃ³mo este PSOE acomplejado se avergÃ¼enza de ser un partido constitucional. Su sumisiÃ³n a un partido antisistema como Podemos, y su dependencia de un pacto de investidura con el separatismo vasco y catalÃ¡n, han convertido al PSOE en un partido no fiable. Ayer, los socialistas se pusieron del lado de los simpatizantes de ETA al oponerse a los partidos que homenajeaban la libertad. El PSOE se ha convertido en una caricatura de lo que fue.

ABC 4. Editorial

IMPEDIR EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD ES TIRANÃA

Aunque se pueda criticar la supuesta intenciÃ³n electoralista de Albert Rivera al convocar el acto de Alsasua, es absolutamente reprobable la reacciÃ³n del socialista Ander Gil, descalificando a los partidos constitucionalistas a los que llegÃ³ a acusar de avivar conflictos entre los espaÃ±oles, en lugar de fomentar la convivencia. Convivencia que, parece, debe pasar por el silencio de quienes no piensan lo mismo que los batasunos que ayer intentaron boicotear el acto, y sufren las correspondientes represalias si se enfrentan al pensamiento Ãºnico. No podemos aceptar que la convocatoria de un acto pÃºblico legal no pueda celebrarse con normalidad en el norte de Navarra. Ejercer los derechos de reuniÃ³n, de expresiÃ³n y de difusiÃ³n de ideas nunca puede ser considerado un ataque a la convivencia ni una provocaciÃ³n. Tratar de impedir el ejercicio de la libertad es tiranÃa.

LA RAZÃ“N 3. Editorial

Democracia refinada (Bieito Rubido. ABC 2) El PSOE volviÃ³ en Alsasua a mostrar su falta de compromiso con la convivencia pacÃfica. De nuevo se pasÃ³ al lado equivocado, enfrentÃ¡ndose a PP y Ciudadanos. La pregunta es Â¿quÃ© idea de EspaÃ±a tienen sus actuales dirigentes?

EscatologÃa del PSOE (Cayetana Ãlvarez de Toledo. EL MUNDO 5) El partido que lidera SÃ¡nchez no es que fuese equidistante con lo que ayer ocurrÃa en Alsasua sino que mostrÃ³ un compromiso explÃcito con los ultras.

Deslegitimar el terrorismo (Consuelo OrdÃ³Ã±ez. LA RAZÃ“N 17) La mejor muestra de apoyo por parte de los polÃticos a la Guardia Civil serÃa que pusieran mÃ¡s medidas para prevenir la gran radicalizaciÃ³n violenta que hay en el PaÃs Vasco y Navarra.

El PSOE tira su E (Luis Ventoso. ABC 12) Al PSOE se le ha caÃdo su E de espaÃ±ol. Cada vez que les toca elegir entre nacionalismo o espaÃ±olismo -lo que ahora llamamos cursimente constitucionalismo-, los socialistas se alÃan con los enemigos de EspaÃ±a.

TendrÃ¡s indignidad y derrota, SÃ¡nchez (Isabel San SebastiÃ¡n. ABC 13) La dignidad vistiÃ³ en Alsasua los colores de Ciudadanos, PP y Vox, ante la ausencia cobarde o cÃ³mplice de Podemos y PSOE.

CRECE EL DESEO DE ACUDIR A LAS URNAS

El barÃ³metro del GESOP de octubre indica que el PSOE de Pedro SÃ¡nchez afianza su ventaja y la derecha se fragmenta con la entrada de Vox en la arena parlamentaria, pero ningÃºn bloque podrÃa formar mayorÃas absolutas claras. No hay, pues, novedades destacadas aunque el deseo de acudir a las urnas crece y el Gobierno deberÃa tomar nota de ello, asÃ como de la posibilidad de que en una hipotÃ©tica nueva legislatura la coaliciÃ³n mÃ¡s estable imaginable por ahora serÃa precisamente entre el PSOE y Cs. La radiografÃa demoscÃ³pica del momento presenta dos tendencias: la primera es la creciente distancia entre las opiniones pÃºblicas del conjunto de EspaÃ±a y de CataluÃ±a en materias tan sensibles como el trato a los presos del procÃ©s o la posiciÃ³n de la FiscalÃa en el procedimiento judicial. Esa disonancia complica mucho la polÃtica de cualquier Gobierno en EspaÃ±a, sea del signo que sea. La segunda es la irrupciÃ³n de Vox en el Congreso de los Diputados, que deberÃa tener el efecto contrario al que estÃ¡ teniendo; es decir, moderar al centroderecha.

EL PERIÃ“DICO 6. Editorial

Vox, a las puertas del Congreso (Ã€ngels Pont. EL PERIÃ“DICO 4) Aproximadamente un millÃ³n de ciudadanos con derecho a voto muestra simpatÃas por esta formaciÃ³n polÃtica.

Quo Vadis Albert Rivera (Joan Tapia. EL PERIÃ“DICO 7) La difÃcil ecuaciÃ³n de Cs es seducir a mucha derecha sin que SÃ¡nchez le robe electores por el centro.

LOS BARONES DEL PSOE MANTIENEN UN SILENCIO CÃ“MPLICE CON SÃNCHEZ

El PSOE era un partido en el que, hasta hace poco, incluso se exhibÃa, la existencia de cierto grado de disidencia interna cuando la cuestiÃ³n tenÃa cierta envergadura. Pero aquel espÃritu crÃtico y constructivo brilla hoy por su ausencia frente a una cuestiÃ³n de emergencia nacional: la erosiÃ³n de los fundamentos del Estado de derecho por su connivencia con el nacionalismo. PartÃcipes de este silencio son los barones socialistas, quienes tienen tanto la autoridad como la responsabilidad de mantener a su partido en la senda constitucional. Se convierten asÃ en cÃ³mplices necesarios de SÃ¡nchez y de su desleal estrategia, que no es otra que la pura supervivencia en La Moncloa, aunque para ello deba violar el principio fundamental de toda democracia: la separaciÃ³n de poderes. El caso mÃ¡s elocuente es el andaluz. Susana DÃaz, otrora lÃ¡tigo de SÃ¡nchez, evita ahora cualquier menciÃ³n a la pÃ©rfida gestiÃ³n del procÃ©s de su presidente. Los barones callan, ergo otorgan, anteponiendo sus intereses personales regionales al grave deterior de la imagen de su partido. Con su irresponsable inactividad, los barones socialistas han alimentado la traiciÃ³n de SÃ¡nchez al Estado.

EL MUNDO 3. Editorial

La hora del PSOE (Gabriel Albiac. ABC 15) El juego suicida de SÃ¡nchez: mantener domicilio en Moncloa, a cambio de borrar al PSOE del mapa polÃtico

RebeliÃ³n, sediciÃ³n, performance (Juan Manuel de Prada. ABC 12) El doctor SÃ¡nchez pensaba ayer que en CataluÃ±a hubo una rebeliÃ³n, hoy piensa que hubo una sediciÃ³n y maÃ±ana pensarÃ¡ tan pichi que hubo una romerÃa.

Â¿Era o no era SÃ¡nchez partÃcipe del golpe? (Eduardo Inda. LA RAZÃ“N 26) Conviene recordar quienes auparon a SÃ¡nchez a La Moncloa: golpistas catalanes, proetarras y podemitas. Lo cual constituye un semigolpe en sÃ mismo.

La kryptonita de Rajoy (Luis Mauri. EL PERIÃ“DICO 7) Cinco meses despuÃ©s de hacerse con el Gobierno, la legislatura tirita de fiebre. Los Presupuestos sociales del PSOE han sido arrojados a la papelera por los independentistas. El Gobierno insiste en que no tira la toalla

Y ADEMÃSâ€¦

Fin a la incertidumbre hipotecaria (ABC 4. Editorial) Lo fundamental es que el Supremo fije una doctrina sÃ³lida y clara sobre el impuesto de las hipotecas, ya que el mercado hipotecario no puede estar al albur de decisiones judiciales contradictorias.
La confianza legÃtima y las hipotecas (Daniel GarcÃa-Pita PemÃ¡n. ABC 3) Si prevalece la Ãºltima sentencia del TS sobre el impuesto, los prestatarios pasados recuperarÃ¡n lo pagado y los futuros asumirÃ¡n una mÃnima elevaciÃ³n en sus cuotas mensuales.
Salario mÃnimo y cohesiÃ³n social (Andreu MissÃ©. EL PAÃS 40) SerÃa una injusticia hacer depender el nivel de empleo del mantenimiento de salarios degradantes para jÃ³venes y los trabajadores mÃ¡s mayores. Lo que estÃ¡ en juego es la cohesiÃ³n social.
La persistencia en el error (Jordi Juan. LA VANGUARDIA 17) Cada vez que Torra o Puigdemont hacen un canto a la unilateralidad no solo dificultan mÃ¡s encontrar una salida al conflicto sino que complican mÃ¡s el futuro penal de los polÃticos presos
Juicios y prejuicios (Mariola Urrea Corres. EL PAÃS 18) Â¿CÃ³mo tolerar que el trabajo de instituciones del Estado competentes en el desarrollo de un proceso judicial como el del procÃ©s sea sometido a un prejuicio polÃtico para ensuciar su actuaciÃ³n profesional?
Un relato veraz (EL PAÃS 8. Editorial) Es importante que la historia del terror al que ETA sometiÃ³ a los ciudadanos espaÃ±oles, y a los vascos en particular, llegue correctamente a las aulas.
Trump se juega el Capitolio (LA VANGUARDIA 24. Editorial) SÃ³lo una reacciÃ³n in extremis del electorado anti-Trump podrÃa aumentar la participaciÃ³n y evitar que el presidente salga indemne o, incluso, reforzado
Coto al plÃ¡stico (EL PAÃS 8. Editorial) Ha sido preciso llegar a una situaciÃ³n lÃmite para que la sociedad empiece a tomar conciencia del gravÃsimo problema que representa para el medio ambiente y la salud la acumulaciÃ³n de plÃ¡sticos.