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INCERTIDUMBRE, DESASOSIEGO E INDIGNACION... SIN DESCANSO

Por ANTONIO CUBILLAS

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       Así pasan los días mi querido Gobierno. Y,todos los ciudadanos que integran nuestra querida, grande y libre nación sin rincones por explorar ni "rencores" que inspirar, continuamos "deshojando la margarita", en la cual, cada pétalo arrancado,nos transmite incertidumbre,apatía,desasosiego e indignación sin descanso.

       El gesto responsable, por parte de las instituciones gubernamentales ( momento "democracia actual"),va experimentando por todos y cuantos permanecen recluidos (evito el término cansino de "confinados"...)una insufrible sensación de ansiedad aguda, conllevando un sinfín de tensiones derivadas en cada uno de los "cautivos".Así como también en la "atmósfera familiar";donde los más jóvenes de la casa principalmente,sufren las desfavorables consecuencias, del episodio que lleva por grito de guerra."no se acaba nunca..."

       Las cuatro paredes "impuestas",desatan inusitadas actuaciones a los "castigados sin causa";a excepción de los contados moradores,que se contentan con un trocito de césped, jardín,etc., o, viven en zonas rurales.

      Si bien es cierto, que el "modus vivendi" de otras sociedades,ubicadas en latitudes provistas de comportamientos climatológicamente extremos y, sobrellevadas en el "día a día",nos ayudan a tomar conciencia moral, que otros semejantes,se adaptan con "normalidad" a estas engorrosas situaciones,conciliándose por generaciones con el pertinente medio. Actitud, y por contra en nuestra manera contextualizada de vivir,nos es más hostil e insoportable.

       Transcurridos los primeros veinte días desde que el desconocido "Covi-19" se presentó en nuestro territorio,el "oráculo postizo" (teléfono móvil),difundió indiscriminadamente, una miríada de imágenes,vídeos de todos los géneros posibles;los cuales conllevaron una incontestable carga de imaginación colmados de ironía cómica,a la "carta".Pero, la paciencia tiene un límite por nuestra condición de "latinos",a diferencia de las mentalidades heredadas de las civilizaciones anteriormente citadas.

       Este pasado domingo, día 26 del corriente, se "abrió la veda" para los más pequeños de las familias, hasta las edades de los 14 años, advertidos para dar un paseo, acompañados de un adulto (dos, por tutor), responsable familiar que comparte la convivencia diaria con éstos.
       No hubieron  sorpresas ni asombros, desde las primeras horas de la mañana. Pues, la "parrilla de salida", no se hizo esperar, y todo parecía funcionar a las "mil maravillas" desenvolviéndose la mañana  con absoluta  normalidad en cuanto a normas y decoro se refieren.
       Pero, como si de una inesperada "tormenta de verano" se tratase, el escenario de las subsiguientes apariciones por los paseantes, turbaron las expectativas del "orden". La hora del  mediodía, concitó a una incontable cantidad de "insaciables de libertad", que deparó en un palpable, como decepcionante comportamiento, unidos al consecuente desacato de las advertencias preliminares y asignadas por las instituciones gubernamentales. Ésto, no fue lo acordado,como toda la ciudadanía,sabe y conoce a ciencia cierta; después de haber vistas y escuchadas persistentemente,las susodichas normas, a través de todos y cada uno de los medios audiovisuales y escritos de nuestra nación.

       Gran parte de los niños, protagonistas y destinados a este  puntual desahogo y aireamiento, no cumplieron las consabidas expectativas ( tiempo de una hora, distanciamiento prudente entre personas, alejamiento máximo de un kilómetro del domicilio residencial etc...);y, evidentemente, el peso de esta irresponsable actitud,deparó en la ignorancia y gravedad derivadas de sus adultos familiares; sobremanera,a la falta de compromiso y sensatez, en relación con el episodio pandémico de todos conocido;que nos ha ensombrecido con importantes como trascendentes volúmenes de contagiados y muertos; que si bien, hubiera sido tan sólo un paciente, a consecuencia de esta cruenta, incierta y nueva "plaga" mundial, debería de implantarse en nuestras conciencias,en aras  a no dejarlas en manos de nuestras generaciones, esta frívola e irreverente manera de obviar un palmario y "constante" peligro. Amén de orígenes y antídotos desconocidos a día de hoy..

       Ahora bien, esta actitud en "minoría" no comporta maneras, ni en cuanto a desestimación ni mucho menos, reírse de los que somos corresponsables con los dictados de los "entendidos en la materia",condenándonos deliberadamente a proseguir "sometidos" por más tiempo, sin tener consciencia que la "vida" (laboral, económica, social, académica,de progreso, etc...),está ahí fuera.

       En los respetados términos que son susceptibles de ser honestamente meditados, no podemos consentir (como viene siendo habitiual,en las personas "individualistas" o estultos), acostumbrados a desoír el pago de "justos por pecadores". Si bien, reitero cordialmente, que este episodio "viral", por las razones anteriormente expuestas, no es una BROMA. Nos jugamos de lo que dependemos todos cuantos habitamos este nuestro, planeta:la supervivencia.

      Continuemos "esperando" y tarareando:"Quizás,quizás,quizás.."

      Venturoso día.

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